ENTREVISTA ¿Es a veces la farmacia el primer paso antes de acudir a una clínica especializada en fertilidad? Si es así, hay una falta de información tremenda. Sabemos que esto no es lo que debería ser. En fertilidad creo que la farmacia tiene un rango limitado de acción, a menos que sea sede de jornadas informa- tivas impartidas por quienes manejan el tema. ¿Qué opina sobre los kits que se comercializan en farmacias con to- do lo necesario para que el cliente pueda realizar, él mismo, un test de fertilidad? Son incompletos, y la interpretación de una sola medida, conociendo la gran variabilidad intraindividual, podría no ser concluyente. Pienso que sería la “McDonalización” del estudio seminológico. ¿Qué nuevas técnicas de fecundación se están empleando en la ac- tualidad cuya contribución haya supuesto un avance significativo?, por ejemplo, ¿cómo se ha avanzado en las técnicas de selección espermática? Un avance significativo para el factor masculino severo, que es a lo que me dedico, ha sido la ICSI o inyección intracitoplasmática, donde la fecundación se realiza a través de la microinyección de la cabeza del espermio en ovocito preparado. La determinación de la fragmenta- ción del DNA espermático ha resultado de gran valor para el estudio del factor masculino así como el estudio FISH de los espermatozoi- des. En cuanto a las técnicas de selección espermática en laboratorio, estas se basan en la motilidad, un parámetro bastante pronóstico de la calidad espermática, sin embrago hay mucho que no sabemos de la capacidad fecundante. Los métodos de selección como el chip Fertile y el MACS suponen una apertura de posibilidades para tratar en labo- ratorio algunos aspectos de factor masculino. ¿Y en el campo de la predicción? De momento no se ha desarrollo ningún normograma o herramienta de cálculo para conocer el valor predictivo positivo de algún pará- metro en particular y mucho menos sobre las tasas de éxito de las técnicas de reproducción asistida –me refiero al factor masculino–. ¿Cuál está siendo la contribución de la biotecnología en el campo que nos ocupa? Por ahora, lo único que nos permite la biotecnología es la posibilidad de manipulación genética para ciertas enfermedades que compro- metan la descendencia pero aún no existen terapias regenerativas o sustitución celular, o terapias inmunológicas u otras, que incluyan la regeneración de gametos o restituyan su función; evidentemente, hay líneas de investigación pero por el momento no hay nada apli- cable en este último aspecto al tratamiento del factor masculino en infertilidad. ¿Se acostumbrará el hombre a acudir al especialista a realizar re- visiones periódicas como hace la mujer?, ¿falta pedagogía en este ámbito? Podría acostumbrarse, es cuestión de educar y habituar. De momento, creo no amerita una revisión anual desde la pubertad – como en el caso femenino, con los cambios anuales y lo relacionado con el periodo menstrual–. Las mujeres se embarazan y los hombres no, por lo que los motivos de consulta por eventos fisiológicos pre- valecen en las mujeres. Sin duda se debe hacer un esfuerzo en la educación para fomentar el desarrollo de masculinidades sanas y crear conciencia sobre la necesidad de revisiones acerca de la salud global y preventiva sin “Valdría la pena invertir en buenos diseños de investigación y en moléculas” necesidad de llegar a consultar solo en las crisis vitales, pues los hombres están acostumbrados socialmente a esto; de ahí que creo que, en un futuro, la medicina de género tendrá un gran lugar. Circulan informaciones sobre los efectos negativos del exceso de deporte sobre la calidad seminal; se cita con frecuencia el ciclismo. También sobre la repercusión, en el mismo sentido, de temperaturas elevadas en la zona testicular, lo que se da, por ejemplo, en un hábi- to tan extendido entre los jóvenes como usar el ordenador sobre sus piernas... ¿Qué hay de cierto? En el caso del ciclismo se produce presión sostenida del periné y solo se ha asociado indirectamente, por alteración de la secreción prostática por inflamación, con alteración en la calidad seminal, sin determinarse que haya relación directa con la infertilidad. De ahí que se recomiende el uso del sillín prostático para largas travesías y entrenos continuados. Por otra parte, todo deportista de alto rendi- miento tiende a tener tasas de oxidación celular muy elevadas. La exposición al calor de los ordenadores no está demostrado que afecte; la exposición tendría que ser muy prolongada, diaria, durante muchas horas. Se sabe que el aumento de la temperatura escrotal puede alterar, por muchos mecanismos, la espermatogéne- sis, pero sería imprudente adjudicar una relación directa con el uso de ordenadores. Y, para terminar, ¿a partir de cuánto tiempo en busca de un embara- zo que no llega debe una pareja sospechar que puede haber algún impedimento fisiológico? La recomendación sobre cuándo acudir a un centro especializado es de 12 meses si la mujer es menor de 35 años y, para no perder tiempo, de 6 meses si es mayor de 35.• Observación de un embrión humano de 5 días, obtenido por fecundación in vitro. 41 >>41