TRIBUNA DE OPINIÓN 56 ¿Por qué mueren las empresas familiares? Las estadísticas demuestran que conseguir la continuidad de los negocios familiares no es algo fácil o que todas las empresas consigan. Según datos aproximados del Instituto de la Empresa Familiar, actualmente solo un 30% de las empresas familiares sobrevive a la transición de la primera a la segunda gene- ración de la familia (30 de cada 100 empresas). Y, de estas, solo un 50% (15 de cada 30 empresas) consigue pasar de la segunda a la tercera generación familiar. Lamentablemente, el sector de la ferretería no se salva de estas ele- vadas cifras de mortalidad empresarial que muestran una acusada di cultad para conseguir la continuidad de los negocios familiares. Las principales razones que lo explican son la falta de plani cación del relevo generacional, los problemas vinculados a la relación familia-empresa y las di cultades en la gestión del negocio. La necesaria plani cación del relevo generacional El cambio de liderazgo que tiene lugar con el relevo generacional es un momento crítico para las empresas familiares, aunque evidente- mente no es lo mismo afrontar el relevo generacional de la primera a la segunda generación que hacerlo en negocios más longevos. Para garantizar su éxito, es importante planear con tiempo y con los consensos adecuados la sucesión del negocio y escoger el mejor momento para llevar a cabo el relevo generacional, asegu- rándose de que haya una buena situación familiar y empresarial. El relevo generacional debe ser paulatino y no debe llevarse a cabo ni demasiado pronto, cuando la generación entrante es demasiado joven y puede no estar su cientemente preparada, ni demasiado tarde, cuando la generación saliente es demasiado mayor y ya no se puede aprovechar toda su experiencia y conocimientos y el apoyo que puede brindar a los sucesores. Los problemas vinculados a la relación familia-empresa El relevo generacional es el primer paso para lograr la continuidad de la empresa familiar. Pero, una vez superado y con la nueva generación al frente del negocio, pueden surgir o a orar otros problemas vincula- dos a la relación familia-empresa como la falta de visión compartida, las peleas familiares, las di cultades del trabajo intergeneracional y entre hermanos y primos, la mala comunicación con la familia y en la empresa, la ausencia de órganos de gobierno para clari car roles, la presencia de familiares políticos y de familia extensa en el negocio y no actuar como accionistas responsables, entre otros. Estos problemas, que aparecen al mezclar familia y empresa, suelen hacerse visibles o acentuarse una vez la generación anterior, que actuaba como punto de equilibrio entre hermanos o primos, sale del negocio al acabar el proceso de relevo generacional, poniendo en riesgo el futuro de la empresa familiar. Ricard Agustín, fundador de Family Business Solutions y consultor de empresas familiares Problemas vinculados a la gestión del negocio Pero no solo el relevo generacional y los problemas vinculados a la relación familia-empresa son los culpables de la mortalidad de las empresas familiares. No podemos olvidar que venimos de una cri- sis económica, en la que las di cultades relacionadas con la gestión del negocio y de índole económica han tenido un gran peso en el cierre de negocios ferreteros, y que, actualmente, el sector ferre- tero es un sector maduro y con una gran competencia. Entre estos problemas vinculados a la gestión del negocio encon- tramos la falta de un plan o documento estratégico, limitarse a repetir el modelo del fundador, no apostar por la digitalización y la omnicanalidad, no trabajar el valor percibido, y no modernizarse por miedo al cambio, entre otros. Sin embargo, tal vez la di cultad más característica de los negocios familiares ferreteros es la falta de profesionalización de la empresa y, en este sentido, es impor- tante apostar por incorporar buenos profesionales al negocio, sean familiares o no familiares, para una gestión excelente del negocio y una mayor competitividad. Consensuar soluciones con tiempo El mejor camino para superar estas di cultades intrínsecas a las empresas familiares y conseguir su continuidad es consensuar un Protocolo Familiar o unos Pactos de Familia, según la complejidad y el tamaño de la familia y la empresa en cuestión. Utilizar estos pactos jurídicos para regular el relevo generacional, las normas que regirán la relación familia-empresa-propiedad en el futuro y la profesionalización del negocio ayuda a prevenir la aparición de con ictos y a limitar sus consecuencias para la empresa familiar, a la vez que marca las pautas para resolverlos cuando aparezcan. Sin embargo, no es fácil afrontar los problemas de la empresa familiar en los que se mezclan familia y empresa, a menudo por pereza, porque entran en juego las emociones familiares o porque no siempre se tienen ni las competencias ni las herramientas nece- sarias para abordar estos problemas. Aun así, de la misma manera que todas las empresas consiguen sacar tiempo para elaborar presupuestos y plani car inversiones, los negocios familiares deberían ser capaces de encontrar también el tiempo necesario para consensuar estos temas en un Protocolo Familiar o en unos Pactos de Familia con la ayuda de un experto en empresa familiar, ya que no hacerlo, o demorarlo sine die, puede condicionar la con- tinuidad del negocio.•