La selección y uso correcto de un EPI es absolutamente crucial para la preservación de la salud auditiva. Foto: Kick the beat. los acúfenos (timbre o zumbido en el oído y que puede ser un primer indicio de daño auditivo). El ruido tiene sin embargo otros efectos no auditivos, que se deben a las reacciones del organismo a la exposición al ruido. El ruido es interpretado por el organismo como una señal de alarma. De forma natural, ante una señal de alarma, el cuerpo se prepara para afrontar una potencial amenaza. El organismo libera en la sangre las denominadas hormonas del estrés que ponen el cuerpo a punto para la acción inmediata, la frecuencia cardiaca y respiratoria se aceleran, aumenta el tono muscular, aumenta la cantidad de glucosa en sangre, etc. Protección contra el ruido Las medidas de protección contra el ruido van desde la eliminación directa de la fuente del ruido, hasta el uso de equipos de protección individual. En ocasiones, la implementación de medidas de control distintas al uso de EPI es difícil, como en el caso de un músico. En este tipo de situaciones, la selección y uso correcto de un EPI es absolutamente crucial para la preservación de la salud auditiva. Como siempre, el primer paso para la seleccionar un EPI es el de conocer a la perfección las condiciones en las que el trabajador está expuesto al riesgo. En el caso del ruido, deberemos tener en cuenta factores como: Características propias del sonido, tales como: • Intensidad (a igual intensidad son más nocivas las frecuen- cias agudas); • Espectro de frecuencias (un sonido puro de alta intensidad produce más daño que un sonido de amplio espectro); • Intensidad, emergencia y ritmo (mayor capacidad lesiva del ruido de impulso, de carácter imprevisto y brusco). • Duración de la exposición • Vulnerabilidad individual. Mayor susceptibilidad coclear por antecedentes de traumatismo craneal, infecciones óticas, tensión arterial elevada • Interacción con otras exposiciones (vibraciones, agentes químicos o fármacos ototóxicos pueden incrementar el riesgo de hipoacusia). Con estos datos, deberemos seleccionar el protector auditivo que ofrezca el nivel de protección adecuado para la exposición (¡atención! Es importante no caer en la subprotección, pero tampoco deberemos sobreproteger al usuario). En el caso de protectores auditivos, encontraremos un amplio espectro de tipos de protectores que pueden cubrir el nivel de protección adecuado que hayamos determinado. Así deberemos tener en cuenta las condiciones propias de la tarea (condiciones de temperatura, humedad, suciedad, etc.), y también las pro- Opinión 71