ni, por supuesto, se ocuparán de valorar elresto de costes del siste ma o de analizar el porqué delos pingües bene cios delas eléctricas, que algotendrán que ver conlos mis mos. Pues bien,lo caro de nuestro siste ma eléctrico no sonlas pri mas a lasrenovables aunque nadie puede discutir que elregulador co metió un error al per mitir que seincorporaran 2.700 M W defotovoltaica, entre septie mbre de 2007 y septie mbre de 2008, conla mis maretribución (altaretribución concebida para el despegue delatecnología) cuando en esos meses se estaba produciendo unai mportante bajada de costes. Por cierto,lareducción de costes ha seguidoteniendo una espectaculartrayectoria hasta hoy lo quela convierte en unatecnología plena mente co mpetitiva co molo de muestrala apuesta que está haciendola Ale mania dela señora Merkel, entre otros muchos países. De creer a algunos de estos oráculoslas pri mas son “regalos” (algunolo dicetextual mente) que van directa mente a engrosar el bene cio delas e mpresas que hacenrenovables y, portanto, son perfecta mente prescindibles. En esa mis malínea de pensa miento están sin dudalos her manos Nadal que, enla estela delo que hizo Sebastián, están e mpeñados en la cirugía gruesa, convencidos de que no están a mputando órganos vitales de esas e mpresas sino protuberancias anor males y, por tanto, prescindibles. El proble ma de esostertulianos y delosresponsables dela energía de este y del anterior Gobierno es que, al parecer, nole han dedicado ni diez minutos ala lectura delos estudios sobre el i mpacto macroeconó mico delas energíasrenovables en España que publica APPA desde hace varios años y co mo hace, desde antes, la Asociación E mpresarial Eólica enreferencia a estatecnología. La conclusión delos mis mos es incontestable:las pri mas –incluso conlos excesos co mentados– ENERGÍAS RENOVABLES EDH25