OPINIÓN No se reconocen los retos a los que se enfrenta la energía en España como la tasa de dependencia más elevada de nuestro entorno, sus implicaciones en la balanza comercial o la necesaria reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero en nuestro mix energético No puede, en efecto, hablarse de un simple error, porque este paquete normativo es la conclusión de cinco años de ataque sistemático a las renovables, ofensiva que se iniciaba en abril de 2009 con el RDL 6/2009 creando el Registro de Pre Asignación que supuso un primer parón en el desarrollo renovable. Ya habían surgido desde el sector con- vencional las primeras quejas porque los ciclos combinados (que nadie les obligó a poner en marcha) no tenían el hueco en el mix que sus propietarios esperaban. El crecimiento de las renovables y la reducción de la demanda por la crisis estaban no solo deteniendo el crecimiento de la cuota del gas en el sistema eléctrico sino que se empezaba a reducir tras alcanzar su máximo en 2008, 37,7%, descenso que ha llegado hasta el 14,1% en 2012. Si este es el origen del des- mantelamiento de las renova- bles la excusa ha sido el déficit de tarifa, un problema real y grave pero que no es achaca- ble a las primas a las energías renovables como se ha venido argumentando. Basta recordar que en el año 2005, el déficit de tarifa fue de 4.008 M€ y las primas al Régimen Especial 1.246 M€, de los cuales menos de 900 M€ fueron de las reno- vables y solo 14 M€ de la foto- voltaica a la que ahora se cul- pabiliza de todos los males del sistema. ¿Qué ocurre? ¿Los factores que causaron ese défi- cit cuando las primas eran insignificantes ya no existen? No, la respuesta es que se ha aprovechado el incremento de las primas para señalarlas como responsables de ese agujero contable de nuestro sistema. Lo peor es que, además de llevar a la ruina a buena parte del sector renovable, esta refor- ma no va a acabar con el défi- cit de tarifa y dentro de tres meses estaremos hablando de nuevas medidas, entre otras cosas porque Soria cuenta con una aportación de los Presupuestos Generales del Estado que Montoro no está dispuesto a conceder porque le vigila de cerca Olli Rehn. No, el error no es el paquete normativo en sí siendo como es un verdadero disparate. Es algo más. El error es el planteamien- to de partida que niega el cam- bio de modelo energético en el que cada día se implican más los países de nuestro entorno para perpetuar un sistema que beneficia solo a las empresas del sector eléctrico. Ganan unos pocos, pierde la sociedad. 24 EDH