OPINIÓN La fábula de un arquitecto y la REHABILITACIÓN energética Diego Carreño de Vicente. Director de la Escuela de Diseño CENP. Fundador del Instituto Español para el Diseño Sostenible IEDS-CENP Huelga subrayar en estas pocas líneas el panorama de la construcción española. El acumulado inmobi- liario en nuestro país alcanza los 11 millones de inmuebles construidos en su mayor parte antes de la aparición del ya famosos CTE, muy lejos por tanto de cualquier mínimo juicioso respecto a la eficiencia energética de los mismos. Podemos concluir por tanto que hay mucho camino por recorrer al respecto. Asu vez, pareciera que el decreto de certificación ener- gética de edificaciones exis- tentes haya despertado una “fiebre del oro” en las que se acumula la confusión con respecto a quiénes son los técnicos y agentes más cua- lificados para llevarla a cabo. Confusión alimentada por quienes quieren sacar tajada de la situación. A algunos, nos parece ocioso repetir algunas tautologías básicas: la energía más barata es la que no se consume o que el objetivo no debería ser el ahorro por sí, si no la calidad de vida y la responsabili- dad de hacer las cosas bien. A quienes trabajamos habi- tualmente sobre la ciudad exis- tente, nos surgen algunas pre- guntas básicas: ¿tiene sentido rehabilitar energéticamente un edificio con aluminosis?; ¿viviendas no accesibles?; ¿en entornos degradados?... ¿somos conscientes que una rehabilita- ción a medias implica que los clientes posponen muchos años nuevas intervenciones? A modo de fábula, permítanme ilustrarles una historia más o menos real que le ha sucedido a un amigo mío que no soy yo... El lugar, una vivienda unifamiliar –un inmueble que data de 1981 -en un barrio residencial en el entorno de Madrid; los propietarios, una pareja octogenaria. La primera idea que les surge a los propietarios, inducida probable- mente por la publicidad institucional al respecto, es la de cambiar la cal- dera existente por una de conden- sación. Dada su avanzada edad, 88 EDH