EFICIENCIA ENERGÉTICA 70 Mi invención permite por primera vez, obtener electricidad a bajo coste y en grandes volúmenes, sin el uso de combustibles hidrocarburos, ni energía nuclear Valery Andrus, inventor del reactor eléctrico de reacción en cadena El inventor ucraniano Valery Andrus tiene más de 42 años de experiencia en sistemas de energía. Ha estudiado ciencias a tiempo parcial durante más de 40 años. De profesión ingeniero de energía y mecánico, en 2008 terminó de escribir su libro sobre 'Fundamentals of new fundamental neutron science' (física, química, astrofísica) y ha sido el inventor del reactor eléctrico de reacción en cadena con una potencia térmica de 50 MW-ERTSR, un generador molecular que multiplica la potencia eléctrica a cientos de MW. David Hernández ¿Cómo se describiría a si mismo? Me considero un trabajador de producción, científico, inventor y empresario, cuatro en uno. ¿Podría decirnos cómo comenzó y cuáles fueron sus primeros pasos en la ciencia y la tecnología? Tengo un pensamiento crítico innato en forma de imágenes y circuitos lógicos: esto viene de mis padres. Mi padre era un inventor, pero mi abuelo era un chatarrero analfabeto que podía hacer muchas cosas, como cubos, canaletas, jarras, etc. con dimensiones y volúmenes exactos, sin medir el original. Siempre me pregunté cómo podría elegir una plancha sin medir, cortar un espacio y hacer una copia exacta de la muestra. El mecanismo de su pensamiento seguía siendo un misterio para mí. Hasta que tuve 16 años, me consideraba igual a todos los demás. A la edad de 16 años, me encontré por primera vez con la ingeniería eléctrica en una escuela técnica, y saqué muy malas notas, lo que era un castigo por mi poco esfuerzo. No pude enten- der esto. No podía entender qué es la dualidad de una onda y una partícula para un electrón, qué es una onda electromagnética, un átomo, etc. Esta es la base de la estructura del Universo. Todos lo entendían menos yo y no, podía imaginar y cons- truir una cadena lógica. Para no ser expulsado, solo memorizaba los textos, como los versos, y respondía, como todos los demás. Al final, me gradué en la universidad y decidí responder todas las preguntas por mí mismo. Mi ciencia comenzó con una pizarra limpia y un punto en ella, que definía la partícula elemental más pequeña sin estructura. El cerebro humano no puede imaginar una partícula no estructu-