ENERGÍAS RENOVABLES - ESPECIAL BIOMASA de nuestro sector como eficaz instrumento de dinamización de entornos muy castigados por la despoblación y por el progresivo empobrecimiento de la actividad productiva. Según el último informe del Observatorio de la Biomasa, que ges- tionamos en Avebiom, a principios de este año había en España unas 300.000 estufas y calderas de biomasa en funcionamiento, con una potencia nominal de unos 10.500 MW. Un volumen de instalaciones nada despreciable, teniendo en cuenta que el Observatorio contabiliza únicamente las tecnológi- camente avanzadas, que son las que protagonizan el mercado, en detrimento de las tradicionales como las históricas estufas de leña. Más negocio y más empleo El negocio generado por esta actividad se situó el año pasado en torno a los 900 millones de euros, impulsada sobre todo por el crecimiento de las ventas de estufas de pellet, lo que ha permitido elevar la cifra de empleo por encima de las 9.600 personas, que se dedican fundamentalmente a las tareas de fabricación, comerciali- zación, instalación y mantenimiento de estufas y calderas. Hay algunos datos más que ponen de relieve la importancia de nuestro sector en España, en el ámbito de la energía térmica. Citaré dos de ellos. La energía consumida por las instalaciones alimentadas con bio- masa en 2018 fue de 1.345 KTEP, cifra que equivale a casi 1,6 millones de litros de gasóleo que España no ha consumido y que, por lo tanto, no solo ha permitido ahorrar su coste de importación, sino que ha reducido el volumen de emisiones de CO2. En concreto, durante 2018, el uso de la biomasa para calefacción evitó la emisión de casi 4,2 millones de toneladas de CO2, equivalente a la contaminación que producen en un año 2,7 millones de coches. En la última década, el negocio de esta actividad se ha multiplicado por 3,8, mientras que el empleo es cinco veces mayor y el volumen de emisiones de CO2 que se han evitado se mutiplicó por 5,2. El avance del modelo District Heating La evolución de estos indicadores nos permite ser francamente opti- mistas de cara al próximo futuro, dado que se están consolidando las tendencias, tanto de las instalaciones individuales como colectivas. Y con una particularidad para estas últimas, como es el hecho de que cada vez se construyen instalaciones más grandes, con el fin de aten- der las necesidades de más ciudadanos mediante el District Heating. En España ya contamos con medio millar de redes de calor en fun- cionamiento y un centenar más en fase de construcción. Algunas de ellas son de dimensiones muy considerables, como la de Soria, a la que se han conectado unas 2.500 viviendas y un importante número de edificios de uso colectivo; entre ellos, un hospital y varios centros educativos. Esperamos un importante crecimiento a medio y lago plazo de este modelo de climatización, que incluye el servicio de agua caliente sanitaria, a medida que se vayan conociendo mejor las grandes ventajas que ofrece. De hecho, además de los que se están constru- yendo, actualmente hay numerosos proyectos en fase de estudio o de comercialización. 19 "En generación térmica con biomasa, el negocio que generan las instalaciones tecnológicamente avanzadas se sitúa en los 900 millones de euros; y el empleo, por encima de las 9.600 personas" Previsiblemente, en España seguiremos la estela de una buena parte de los países europeos, donde la fórmula del District Heating se ha desarrollado con mucho vigor. Y en algunos, hasta alcanzar cotas extraordinarias, como en Dinamarca, donde el 90% de la población urbana ya está conectada voluntariamente a la red urbana de calefacción. •