ENERGÍAS RENOVABLES - ESPECIAL BIOMASA Javier Díaz González, presidente de Avebiom Lacaraylacruzde la biomasa, o viceversa Siempre que me pongo delante de un folio en blanco para plasmar y enlazar algunas reflexiones sobre la evolución de nuestro sector, el de la biomasa energética, me asalta la misma duda. No sé si iniciar la redacción atendiendo a los aspectos que van bien —en mi opinión— o a los que presentan más dificultades. Quizás sea más conveniente, tanto para quien esto escribe como para el lector, dejar para el final lo que va bien, con el fin de que nos quede un ‘buen sabor de boca’ al terminar de redactar o de leer estas líneas. Después de más de siete años desde que se perpetrara uno de los mayores atropellos a un sector, en este caso desde la Administración, con la promulgación del RD 1/2012, nuestro sec- tor de la biomasa eléctrica sigue sumido en una atonía total. Esta es la situación general, que solamente se ha visto aliviada por unos pocos proyectos surgidos de la primera subasta (la que promovió el Gobierno del presidente Rajoy) y que desde mi punto de vista no son sino un parche, que no solucionarán de ninguna manera la necesidad de generalizar la puesta de marcha de plantas de generación eléctrica con la biomasa como combustible, para aprovechar la ingente cantidad de ésta que atesora nuestro país. Dadas las especiales características que ofrece nuestro territorio, es incomprensible que no se maximice esta vía de generación eléctrica. Más de 50 millones de metros cúbicos cada año España cuenta con más de 28 millones de hectáreas forestales, con unas existencias de más de 1.100 millones de metros cúbicos de biomasa (madera, leñas, etc.), cuyo crecimiento anual supera los 50 millones de metros cúbicos. Somos uno de los países que más cereal produce, lo que implica producción de paja, que supera cada año las siete millones de tone- ladas. Contamos con más de 750.000 hectáreas de viñedos, que producen más de un millón y medio de toneladas de podas. Y a ello se suman los más de tres millones de toneladas de arbustos leñosos y las podas de frutales, así como otras biomasas, entre las que se encuentran los restos de la producción del aceite de oliva. 17