ARTÍCULO de la demanda energética en medios de transporte, tanto terrestres como aéreos. El sector de la aviación transporta al año 2.200 millones de pasajeros por todo el planeta y es un elemento esencial en una sociedad globalizada. Hoy el jet constituye el 6% del consumo global de petróleo y es el responsable del 2% de las emisiones de CO2 en el mundo. Según las estimaciones de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) se prevé un aumento del tráfico aéreo de un 5% anual, con lo que en 2050 los pasajeros serán ya 16.000 millones. Si las emisiones de CO2 continúan aumentando al mismo ritmo, las emisiones debidas al transporte aéreo serían en 2050, casi seis veces superiores a las actuales. El crecimiento constante del tráfico plantea a la industria de la aviación comercial el doble reto de atender el incremento en la demanda y de reducir sus emisiones. Ante esta situación, las compañías aéreas se han planteado seriamente el uso de otros tipos de combustibles que disminuyan sus costes y que reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero. Es en este contexto en el que TECNALIA hace una apuesta tecnológica para ofrecer un proceso productivo que permita emplear materias primas de naturaleza diversa y producir biojet de una forma económicamente competitiva y sostenible. Para ello TECNALIA está desarrollando procesos de producción de biocombustibles de segunda generación para aviación basados en tecnologías de intensificación de procesos. ALTERNATIVAS El sector de la aviación está tomando parte activa para encontrar alternativas a los combustibles basados en fuentes fósiles. El sector de la aviación ha demostrado ser pionero en la búsqueda de nuevos combustibles. En Europa, el Advisory Council for Aeronautical Research in Europe (ACARE) se ha marcado como objetivo para 2050 reducir a la mitad las emisiones de CO2 del transporte aéreo. La IATA, por su parte, pretende que en 2015 los biocombustibles representen el 1% del total del combustible empleado, y que en 2020 se llegue al 15%. Adicionalmente, en el marco del Comercio de Derechos de Emisión, desde enero de 2012 las aerolíneas deben adquirir y entregar derechos de emisión por sus vuelos con origen o destino a aeropuertos de la Unión Europea. A partir de esta fecha la aviación se ha visto obligada a reducir sus emisiones al 97% de la media anual registrada en el periodo 2004- 2006. El 85% de esos derechos emisión los asignó el Gobierno de forma gratuita y el 15% restante han tenido que ser comprados en el mercado de derechos. Para el presente año, las emisiones se limitan al 95% de la media anual para ese mismo periodo. Desde el punto de vista tecnológico no hay razones que impidan producir un combustible de aviación 100% bio 32 EDH