OPINIÓN a las compañías eléctricas a una transición más e ciente. En 2020 50 mil millones de dispositivos estarán conectados gracias al IoT, recopilando datos de energía, formando un big data energético que cambia de forma ineluctable la red eléctrica de hoy y mañana. En un futuro muy próximo muchas soluciones de gestión de la energía serán capaces, en tiempo real, de reducir cargas para evitar picos de energía o controlar el consumo de los equipos en respuesta a cambios en el entorno para integrarse en procesos de gestión de la demanda. Existirán redes de distribución, o partes de ellas, con capacidad bidireccional al aparecer nuevos elementos de la red como las baterías de los coches eléctricos. Potencialmente la red podrá recurrir a ellas en momentos clave. Por otro lado, se podrá realizar una gestión de precios más óptima por parte de las comercializadoras y el consumidor empezará a corresponsabilizarse de la e ciencia energética al estar dotado, también, de herramientas que le permitan adaptarse a esas nuevas tarifas. La digitalización si permite la implementación de generación distribuida y descentralizada es igualmente el impulsor de la descarbonización. • Descarbonización Se prevé que en los próximos 15 años el crecimiento de la capacidad variable de las renovables “explotará”, como comentábamos antes, ayudando a la descarbonización de la generación eléctrica, produciendo una convergencia entre los intereses económicos y las medidas de protección medioambiental. Las soluciones sostenibles para una producción local de energía acompañada de la mejora de soluciones de almacenamiento (otra tecnología disruptiva en este tsunami de tecnologías complementarias) pueden llegar a modi car profundamente los modelos de negocio actuales de las compañías eléctricas, que además se verán involucradas en una mayor complejidad operacional. La mejora del rendimiento operacional sólo se podrá llevar a cabo gracias a un ecosistema de operaciones más digitalizado y conectado. LAS ENERgíAS FÓSILES NO DESAPARECEN En contrapartida a estas tendencias positivas para el medio ambiente, nos encontramos con un mayor uso de la extracción de petróleo no convencional, sobre todo en Estados Unidos. Durante los últimos años, numerosas compañías petroleras se han apuntado a la técnica de la perforación o fractura de esquisto, que facilita 40 www.energiadehoy.com