ARTÍCULO emPreSaS a la cola A pesar de la progresiva implantación de la factura electrónica todavía son muchas más las empresas que siguen usando el papel que las que utilizan el formato digital. Las barreras de entrada son múltiples y la gran mayoría de ellas poco objetivas. Migrar a la factura electrónica ni es caro, ni es complicado, ni es inseguro. Al contrario, reduce costes, simpli ca procesos, porque los automatiza, evita errores y mejora exponencialmente la seguridad que ofrece el papel. Además, evita retrasos en los pagos y mejora la capacidad de las empresas para acceder a la nanciación. Si esto es así, se preguntarán, entonces ¿por qué son tantas las empresas que resisten a dar el paso? Hay dos factores claves. El primero, la falta de información y la confusión que ha rodeado el mundo de la factura electrónica. Todavía son muchos los empresarios que piensan que su adopción no solo exige importantes inversiones y equipos humamos especializados sino que, además, como son múltiples los formatos, “nadie te garantiza que puedas facturar a todo el mundo sin problemas”. Este escenario está resuelto desde hace años por los denominados operadores de factura electrónica, cuyos servicios se pueden contratar bajo el modelo de pago por uso, sin necesidad de invertir un euro, y aseguran una compatibilidad universal. El segundo factor tiene que ver con la esencia del negocio: La factura es el documento más preciado y algunas empresas se resisten a dejarlo en manos de un tercero, tanto por mantener su privacidad como su seguridad. Dos tabúes que no se corresponden con la realidad, porque los sistemas garantizan la con dencialidad y son in nitamente más seguros que los que utilizan el papel. Se hace camino al andar La siguiente fase de digitalización afectará a otros documentos como albaranes, contratos, escrituras, facturas a los usuarios nales, extractos bancarios, etc., y permitirá nuevos ahorros. Está claro que en la medida que se vincule el ahorro de costes a la sostenibilidad seremos más sostenibles. El nal de la crisis coincide con el inicio de la transformación digital de las empresas, que no hay que confundir con su informatización, que afectará a la propia esencia de los negocios y de lo que se conoce como mercado. Será una buena oportunidad para impulsar nuevas políticas de sostenibilidad orientadas a reducir consumos de todo tipo, especialmente el energético, y crear empresas y negocios sostenibles. Una visión que está muy clara para las empresas tecnológicas, que llevamos años trabajando en esta dirección, aplicando el I+D+i y las buenas prácticas, desarrollando nuevos estándares de e ciencia energética y utilizando materiales sostenibles, en la certeza de que sólo de esta manera nuestro planeta tendrá futuro. 74 www.energiadehoy.com