ARTÍCULO Sin duda, las oportunidades están ahí. Por un lado, se crean nuevos empleos día a día en el mundo debido al ritmo de instalación de parques en países como China, Alemania o Estados Unidos (España lleva algunos años estancada como consecuencia de la incertidumbre regulatoria, que ha alejado las inversiones). Por otro, en los mercados más maduros, si bien la construcción no es tan acelerada, si lo es la necesidad de optimizar las condiciones de los parques existentes, en un contexto de menores incentivos y de precios eléctricos a la baja. Tal es el caso de España, donde hay 23.000 MW eólicos, de los que alrededor de la mitad cumplirá quince años en 2020. El hecho de que nuestro país haya sido pionero primero en la instalación de eólica y hoy, en las técnicas de mantenimiento para los parques que van alcanzando la madurez es uno de los motivos por los que los profesionales españoles son tan valorados en el extranjero. A medida que demos pasos para mejorar la formación tanto de nuestros ingenieros como de nuestros técnicos, esta merecida fama se consolidará. “El curso de AEE ha sido el primer escalón para introducirme como profesional del sector”, dice Juan Luis Flores Arias, alumno de la segunda edición, que trabaja como O shore Quality Inspector en Adwen O shore (del Grupo Gamesa). “Es posible que en un futuro no muy lejano se requieran más profesionales en el sector eólico”. Los puestos que resulta más difícil cubrir en Europa son, desde el punto de vista de los fabricantes de aerogeneradores, los de ingenierías relacionadas con I+D 12 www.energiadehoy.com