1. La impersonalidad globalizada, determinada por la virtualidad de la experiencia vital actual, a saber: espacios de nueva planta altamente tecnologizados que disponen de un considerable grado de interconexión entre los distintos dispositivos, ordenadores y la domótica de la casa, capaces de controlar los accesos de forma remota, optimizar el gasto energético en cuestiones de temperatura ambiental entre otras fantasías, y en los cuales se emplean modernos materiales constructivos incorporando tecnología sostenible entre otros avances. La primera imagen es un ejemplo de asepsis emocional donde la tecnología deshumaniza el hogar. La incorporación de prácticas ecológicas no implica la asimilación de la presencia del medio ambiente local e inmediato, de sus posibilidades y necesidades. La vivienda sigue destilando globalidad tanto en la procedencia de materiales como en su proyección como “vivienda universal” 2. La rehabilitación de edi caciones existentes sometidas a un “vaciado” del interior para adecuarlas a las necesidades de confort actuales. Implica la apertura de grandes vanos en las fachadas de piedra para optimizar luminosidad y vistas, la reutilización de elementos estructurales de gran valor estético que se conservan por su calidad y durabilidad, la restauración de tecnologías obsoletas, mas no para ser operadas, sino como elementos decorativos que den un carácter etnográ co a la estética general a modo de museo privado, y el desarrollo de nuevos usos para objetos o espacios obsoletos. En estos casos, el medio ambiente inmediato sirve como punto de partida, como una fachada que convierte su visión en algo pintoresco y evocador y que como externalidad en este caso positiva, genera movimiento entre la industria y artesanía local. MEDioAMBiEnTE, SoSTEniBiLiDAD Y RECURSoS www.energiadehoy.com 75