opinión Ahora bien, tras este devenir teórico más o menos común y aceptado, ¿cómo se traducen estos cambios, este nuevo sentir, en las prácticas cotidianas de los moradores, de aquellos que viven y habrán de agotar el oxígeno vital de esos espacios? ¿Cuán alejado está el usuario de la filosofía arquitectónica? ¿O cómo adapta dichos postulados aquel, que en definitiva, dentro de ese territorio acotado por muros y cubiertas, convertirá dicha vivienda en un hogar? ¿Cómo conjugar un marco teórico y políticamente correcto de sostenibilidad y responsabilidad ambiental con las comodidades y usos cotidianos muy cercanos aún al sistema Este litigo estructural dentro de los hogares, genera trastornos y contradicciones extrapolables al sentir general de la sociedad en su lucha entre el deseo y la realidad. real de explotación, que es, en definitiva, el único que garantiza el confort y la comodidad que se exige, dado que las alternativas no están al alcance de todos los bolsillos? Esa dicotomía entre la teoría y la práctica, la experimento en mi trabajo con frecuencia. Al fotogra ar una casa, ésta me revela en qué medida la arquitectura con gura las costumbres de los moradores y hasta qué punto es o no determinante para desarrollar prácticas sostenibles. El sentir habitacional de las personas es el que me encuentro cuando la cámara va buscando el retrato más real de esos interiores y en los últimos tiempos, lo que más destaco son tres aspectos que se presentan combinados entre si, en diferentes proporciones o en estado puro: 74 www.energiadehoy.com