GESTIÓN Y EFICIENCIA ENERGÉTICA con ellas las condiciones impuestas en cualquier otro sistema. Así pues, un Consumidor Directo es una empresa que opera direc- tamente en el mercado mayorista OMIE, comprando su propia energía y que además permite al consumidor la posibilidad de realizar coberturas en el Mercado de Derivados OMIP para, de este modo, poder jar el precio sobre una parte de su energía, en función de su conveniencia. La empresa, por tanto, lleva a cabo una metamorfosis en la que deja de ser un simple cliente, para convertirse en su propio gestor ener- gético, elaborando estrategias de compra propias, en función de sus necesidades, comprando directa- mente la energía en el mercado mayorista. Las ventajas van más allá de unos más que interesantes ahorros eco- nómicos; ya que entra en juego un concepto nuevo en la factura hasta ahora desconocido: la transparencia. La desaparición de los intermediarios dentro de esta nueva relación comer- cial hace que sea el propio Mercado quien emite sus facturas también de forma directa al consumidor. De este modo las empresas disponen de toda la información relativa a los componentes de su coste energéti- co, consecuencia de la necesidad de conocer sus consumos para ofertar en mercado, y les permite plantear una estrategia energética global que conlleva una mejora en el coste de la energía que consume, y a su vez en su estructura de consumo. Sin embargo, podríamos de- cir que hay dos inconvenientes Toda empresa debería, explorar un nuevo formato de contratación que permite independencia, transparencia, e ciencia energética y ahorro energético, sin necesidad de llevar a cabo ninguna inversión previa www.energiadehoy.com 45