que propugna el IPCC, objetivo que conlleva una transformación radical del sistema energético mundial y que hoy día parece inviable. La tecnología de captura y almacenamiento de CO2 facilitaría el uso de los combustibles fósiles, mientras se desarrollan alternativas viables de emisión cero para sustituir al petróleo en la automoción y al carbón y gas en la industria y generación de electricidad. Esta tecnología permitiría la utilización, más allá del 2050, de las enormes reservas energéticas mundiales, cuyo valor estimado supera los 320 trillones de US$, cinco veces el PIB mundial. Según el IPCC, las emisiones acumuladas de gases de efecto invernadero son el principal agente responsable del calentamiento a largo plazo Atmósfera Residuos fósiles