al completo. Fue así como volvimos a reunir bajo el mismo grupo a estas dos unidades de producción. Flint Floor produce un laminado basado en la tecnología HPB (High Pressure Block), desarrollada tras muchos años de intensa investigación. El resultado es un producto de alta densidad (1’5 g/cm3), el doble que cualquier otro suelo laminado con base MDF sintético del mercado. Con ello hemos conseguido una alta resistencia al impacto; un producto cien por cien estanco y que, por lo tanto, no absorbe el agua; y una gran estabilidad dimensional que garantiza el mínimo movimiento del pavimento ante el frío y el calor. Y todo a un precio muy competitivo. ¿Qué productos comercializa y cuál es el elemento diferenciador de todos ellos? Flint Floor fabrica y comercializa laminados ultracompactos, que se utilizan mayoritariamente como pavimentos y revestimientos, y que ofrecen unas cualidades que los convierten en la mejor opción para los entornos más exigentes. Se trata de un producto totalmente estanco, con una máxima resistencia al impacto, al desgaste, al fuego y a los arañazos super ciales. También se instalan de forma rápida e intuitiva gracias al clipaje manual LC2 y se limpian con los productos más habituales. No desprenden partículas nocivas, repelen el polvo, evitan la electricidad estática y, con un mantenimiento adecuado, tienen una vida útil garantizada de 20 años. ¿Trabajando con materias naturales, cuáles son los puntos críticos en el proceso de fabricación hasta la comercialización del producto nal? El punto crítico principal es que partimos de un material como es el papel, compuesto de bras celulósicas impregnadas con resinas. Nuestro desafío primordial es conseguir una fórmula de la resina adecuada, pero también son fundamentales tanto la estructura de producto como el proceso de prensado.