ES382 - Estaciones de Servicio

42 CARBURANTE LA EVOLUCIÓN DEL EXPENDEDOR EN ESPAÑA Con el paso de los años y adentrándonos en la década de 1980, las gasolineras fueron evolucionando y empezaron a disponer, no solo de surtidores combustibles, sino también de pequeñas tiendas donde se vendían lubricantes y repuestos de automóvil. Por aquel entonces, en la provincia de A Coruña disponíamos de 70 gasolineras, con un total de 458 empleos, de los cuales el 20% eran mujeres. A mediados de la década de 1980, con la entrada de España en el mercado común europeo, el sector de dispensación de combustible en España sufrió una transformación, pasando de gasolineras a estaciones de servicio, prestando multitud de servicios añadidos. Fue un proceso gradual, impulsado por los cambios en la legislación y las necesidades del mercado. La liberalización del mercado a partir de 1985 en España comenzó en el sector energético, incluyendo el mercado de distribución de combustibles. Esto abrió las puertas a una mayor competencia y permitió la entrada de nuevos actores en el mercado. Así, lo que era un monopolio de petróleos con un solo actor, la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos Sociedad Anónima (Campsa), pasó a tener varios operadores con imágenes diferentes, como pueden ser Repsol, Cepsa, Ertoil, Petróleos del Mediterráneo, ENPetrol, Petronor, etc. Pese a ello, el producto solo se podía compra a Campsa. No fue hasta la década de 1990, con la desregularización, cuando se produjo el siguiente avance en la liberalización del mercado energético, lo que permitió una mayor competencia en el sector de distribución de combustibles. Esto condujo a la entrada de nuevos operadores y marcas en el mercado de las estaciones de servicio, lo que a su vez trajo más opciones para los consumidores. Es en este momento cuando empiezan a aparecer compañías extranjeras, como bp, Shell, Texaco, Fina, Elf, Esso, etc. En 1992 se terminó con el proceso de desmonopolización del sector; a partir de esta fecha, cada gasolinera pudo comprar a su propio operador. Desde este momento, los nuevos operadores del mercado propiciaron una transformación de las gasolineras en España. A medida que avanzaba la transformación, las gasolineras apostaron por diseños más modernos y atractivos. Se buscaba crear espacios más amigables y funcionales para los conductores, incluyendo áreas de descanso, jardines, fuentes de agua potable y espacios limpios para estacionar y abastecer combustible. Algunas compañías de estaciones también incorporaron características arquitectónicas propias y distintivas para resaltar y mejorar su imagen de marca. Esta transformación de las gasolineras en España a partir de 1985 también tuvo un impacto significativo en los expendedores. Con la introducción de nuevos servicios, tiendas, lavados, diferentes medios de pago y fidelización del cliente, y con la inclusión de sistemas informáticos en las gasolineras, los expendedores necesitaban formación para adaptarse a los cambios. Las compañías petroleras y los empresarios de las estaciones de servicio invirtieron en programas de capacitación para que los expendedores adquirieran las habilidades necesarias para operar equipos más avanzados, utilizar sistemas de pago modernos y brindar un mejor servicio al cliente. Así, los expendedores de las gasolineras en España experimentaron una transformación significativa en sus funciones, debido a la evolución de la industria de las estaciones de servicio y a los cambios en las necesidades y expectativas de los clientes. Con esta evolución de las gasolineras en España, la atención al cliente se convirtió en un aspecto fundamental de las funciones de los expendedores. La competencia en el mercado de las estaciones de servicio llevó a un mayor énfasis en brindar un servicio de alta calidad y en satisfacer las necesidades y expectativas de los clientes. Se empieza a formar a los expendedores en el trato con el cliente, se les alienta a la amabilidad y a la cortesía y a tener un trato simpático y acogedor. Desde saludar a los conductores cuando llegaban a la estación de servicio hasta ofrecer asistencia personalizada o resolver dudas y problemas, se buscaba generar una experiencia positiva y hacer que los clientes se sintieran bienvenidos y valorados. Atendiendo a estos datos, podemos observar que, con el paso de tiempo, y a pesar del aumento del número de estaciones de servicio, la media de trabajadores por estación bajó casi en un trabajador en el cómputo total de todas las gasolineras, sin embargo, esa pérdida fue mucho menor entre aquellas estaciones de servicio que forman parte de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio de A Coruña. Cabe destacar que todas las estaciones de servicio asociadas son tradicionales, es decir, atendidas por personal.

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