ENTREVISTA CARBURANTE El asesor técnico de la CEEES subraya que la tecnología actual permite controlar el estado de salud de una estación de servicio a costes inferiores a los de hace unos años y con una mayor exactitud. ¿Qué es lo que solicitan? Las demandas de Aesae y las cooperativas van encamina- das a cambiar algunos aspectos del régimen desatendido. En la demanda a título particular (llama la atención esta característica) piden tres cosas: una es que se derogue la ITC por completo alegando que, supuestamente, la nueva ITC exige medidas medioambientales menos estrictas que la anterior, otra que se eliminen las alusiones a la norma Europea UNE EN 13160 y la UNE 62423 y por último que se vuelva al umbral de detección de fugas de 100 ml/h tal y como se establecía en la anterior ITC (algo que no ha adoptado ningún país del mundo, tomándose de forma generalizada los estándares EPA Estadounidenses como óptimos para la detección de fugas en términos de equilibrio efectividad – falsa alarma). De hecho, los fabricantes internacionales de equipos nos indican que un límite inferior a los 400 mililitros hora no es viable porque el nivel de falsas alarmas hace inoperativo el sis- tema. Durante un montón de años nadie ha llegado a los 100 ml/h; será por algo. Y los estándares de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) están aceptados y generalizados en todo el mundo y fijan ese límite de 400 ml/h. He estudiado todas las demandas ya que he asesorado a CEEES (ya que la CEEES y Aevecar se han personado). Hay aspectos que podrían discutirse, pero algunas cosas de las que se dicen en alguna de las demandas carecen de base. Llega a cuestionarse la constitucionalidad de la ITC, a ese nivel ha llegado el tema. ¿Puedes explicar algunos detalles de las normas UNE que has citado antes? El cambio entre la UNE 53968 y la UNE 62423, que son las dos normas españolas que establecen los requisitos que tienen que cumplir los sistemas de detección de fugas, es que la primera es la que aplica a sistemas tanto fijos como móviles, mientras que la segunda aplica sólo a sistemas móviles, delegando los fijos en la normativa internaciones aplicable (la europea UNE EN 13160 y los estándares EPA americanos). Fue elaborada para un posible laboratorio que está pendiente de ser construido. La gran diferencia entre ambas es que la UNE 53968 fija en 100 mililitros el defecto patrón, aunque no habla de densidades de los líquidos, ni de condiciones ambientales. Por eso planteamos fijar un patrón permita establecer una comparabilidad y que se pueda comprobar físicamente, como mediante un orificio, que esto está muy desarrollado, el tema de la boquilla hay empresas como Spraying Systems o Lechler que tienen boquillas que definen perfectamente cuál es su caudal, bajo qué condiciones, la forma del chorro (que puede ser cilíndrico, cónico, cónico hueco...). Vamos a elegir algo que sea accesible y medible, no una entelequia. Ese cambio, hubo a quien no le gustó ese enfoque, y ahora está argumentando en contra. En la ITC hay otro cambio de filosofía muy relevante: antes se hacían pruebas discretas cada cinco años, por ejemplo, y entre prueba y prueba no se media nada, y lo que propone la nueva ITC son controles continuos y una alerta temprana supervisada por una tercera parte: una empresa acreditada 20 EstacionesdeServicio