ACTUALIDAD Investigadores de la UCA desarrollan una ‘nariz electrónica’ para detectar gasolina en incendios Investigadores de la Universidad de Cádiz han desarrollado un método de identificación de compuestos inflamables que revela la existencia de carburante después de apagar una deflagración. El trabajo ha sido financiado con fondos del Plan Propio de la UCA. Científicos del Grupo de Investigación Agroalimentaria y Vitivinícola de la Universidad de Cádiz han desarrollado un método pionero con una ‘nariz electrónica’ que detecta la presencia de gasolina en un incendio tras las labores de extinción. Este sistema de identificación de compuestos inflamables, que analiza las muestras obtenidas in situ y concreta su naturaleza en menos de 15 minutos, permite además apuntar la posible intencionalidad de un fuego. En este sentido, la tipificación de los materiales involucra- dos en un siniestro resulta en muchos casos complicada e inexacta. La propia naturaleza destructiva del fuego, De izquierda a derecha, Gerardo Fernández Barbero, Marta Ferreiro González, Carmelo García Barroso, María José Aliaño González y Miguel Palma Lovillo. 54 EstacionesdeServicio el contacto con el aire y otros materiales presentes en el incendio, producen una bajada de intensidad y por tanto, una modificación de los restos de líquidos que general- mente dificulta su identificación. Este proceso de degradación (en inglés ‘weathering’) que soporta la gasolina en casos de incendio provoca cambios en su composición química, como recogen los expertos en este estudio, titulado ‘Study of the Weathering Process of Gasoline by eNose’ y publicado en la revista Sensors. Con este trabajo, financiado por fondos del Plan Propio de la Universidad de Cádiz dentro del Programa de Fomento e Impulso de la Investigación y de la Transferencia, este equipo de expertos persigue posicionar la nariz electrónica como una herramienta de trabajo adicional en el ámbito de la química forense. “Nuestro objetivo principal se centra en ofrecer nuevas técnicas analíticas resultantes del trabajo científico que optimicen el tiempo de respuesta tras un incendio”, apostilla Aliaño. En este sentido, los científicos señalan que durante esta fase de evaporación tras un incendio, los compuestos más volátiles (aquellos que se evaporan más fácilmente) des- aparecen frente a otros que permanecen. “La detección inmediata tras el fuego resulta de gran utilidad, porque con el paso de las horas los hidrocarburos se transforman. Parte de sus componentes se evaporan y por esta razón, su naturaleza cambia”, la investigadora de la Universidad de Cádiz María José Aliaño, responsable de este trabajo. Además de obtener información útil en cuestión de minu- tos, la nariz electrónica reduce el factor riesgo. Durante este estudio, los expertos han demostrado que este sistema CARBURANTE