Comercializados en estaciones de servicio Además de las ventajas medioambientales que aportan, los combustibles sintéticos “se pueden diseñar para ser que- mados prácticamente sin hollín. De esta manera, se podría reducir el coste del tratamiento de los gases de escape”. Otra ventaja que aportaría la generalización en el uso de combustibles sintéticos es que su comercialización se llevaría a cabo en la actual red de estaciones de servicio, por lo que no sería necesario abordar grandes inversiones para asegurar un suministro generalizado. Fuentes de Bosch aseguran que “aunque los coches eléctricos reducirán significativamente su precio en los próximos años, el desarrollo de los combustibles sintéti- cos podría ser rentable”. La firma alemana ha calculado que, “hasta los 160.000 kilómetros, el coste total de un híbrido que funcione con combustible sintético podría ser menor que el de un coche eléctrico de gran autonomía, dependiendo del tipo de energía renovable utilizada”. Desde el punto de vista técnico, ya es posible fabricar combustibles sintéticos, afirman desde Bosch. “Si la electricidad utilizada se generase a partir de energías renovables (y por lo tanto libres de CO2), estos combus- tibles serían neutros en carbono”. En la actualidad se están llevando a cabo proyectos piloto para comercializar diésel, gasolina y gas sintético en Noruega y Alemania. Además, “debido a que los com- bustibles sintéticos son compatibles con la infraestructura existente y con los actuales motores, lograr un alto grado de penetración en el mercado requeriría mucho menos tiempo que electrificar la flota de vehículos existente”. Dificultades, fabricación y coste No obstante, aún se requieren grandes esfuerzos para lograr que el uso de los combustibles sintéticos se gene- ralice. Varios son los factores que impiden su uso masivo, como el coste de las instalaciones de procesamiento, cuyo número continúa siendo bajo. Además, la mayoría de ellas aún se encuentran en fase de pruebas. En una extensa nota de prensa Bosch explica que “los combustibles sintéticos se fabrican únicamente con la ayuda de energías renovables. En una primera etapa, el hidrógeno se produce a partir del agua”. Para lograr un combustible líquido se añade carbono, que puede obtenerse de procesos industriales “o incluso capturado desde el aire mediante filtros”. Finalmente, la combi- nación de CO2 y H2 da como resultado el combustible sintético, que puede ser gasolina, diésel, gas o incluso queroseno. Las actuales limitaciones a su producción, así como la complejidad del proceso necesario para su obtención, hacen que los combustibles sintéticos tengan un elevado coste. “Los actuales estudios sugieren que el combus- tible en sí (excluyendo los impuestos especiales) podría costar, a largo plazo, entre 1,00 y 1,40 euros por litro”. Frente a los biocombustibles, subrayan desde Bosch, los combustibles sintéticos “se obtienen mediante pro- cesos termoquímicos a partir de carbón, gas natural o biomasa”. Si se utiliza energía renovable en su elabora- ción, los combustibles sintéticos pueden producirse sin las limitaciones de volumen, debido a factores como la cantidad de masa vegetal disponible, que afectan a los biocombustibles. • La comercialización de combustibles sintéticos se llevaría a cabo en las redes de estaciones de servicio, lo que reduciría las inversiones que requieren otras fuentes energéticas alternativas. EstacionesdeServicio 43 ACTUALIDAD CARBURANTE