Renovables que se tuviera en cuenta a todos los actores implicados, que defina un mix energético que nos lleve a un modelo basado principalmente en energías renovables. En definitiva, el sector renovable exige un marco estable y predecible sobre el que planificar su futuro. España es un país privilegiado en recursos renovables y con alto potencial para su desarrollo industrial, que debemos apro- vechar si queremos tener el peso que nos corresponde en un sector, el de las energías renovables, clave en la economía mundial.• “Las renovables suponen el presente y el futuro del sector energético” De izquierda a derecha: José Miguel Villarig, presidente de Appa, y José María González Moya, director general de Appa. Durante la rueda de prensa que tuvo lugar con motivo de la presentación del ‘Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España 2015’, José Miguel Villarig, presidente de Appa, dejó claro que el sector de las renovables cuenta ya con las tecnologías necesarias para competir con cualquier otra alternativa, aportando al sistema “energía limpia y barata”. Por ello, confirmaba que esta formula debe ser entendida como el “presente y el futuro” del sector energético subsanando los fallos que se hayan podido cometer en el pasado. “Trabajamos para que el Gobierno nos valore como una herramienta imprescindible para luchar contra el cambio climático, para reducir la dependencia energética del exterior y para seguir reduciendo el precio de la energía en nuestro país”, señalaba. Como destacaba el presidente de Appa, durante los últimos meses se han producido tres hechos importantes que han influido decisivamente en el mercado energético. En primer lugar, la volatilidad a la que está sometido el precio del petróleo, debido sobre todo a la caída de la demanda (EE UU ha apostado fuerte por el fracking) y a la decisión de los países exportadores de mantener sus volúmenes de producción. Esta situación, en el caso de España, ha supuesto un ahorro de cerca de 15.000 millones de euros pero, según la mayoría de los expertos, es una situación insostenible de cara al futuro. En segundo lugar, José Miguel Villarig reseñaba los acuerdos alcanza- dos en el seno de la Unión Europea para lograr objetivos energéticos y medioambientales más ambiciosos con el horizonte puesto en el año 2030. Esta meta pasa, entre otras cosas, por la implantación de medidas que fomenten las energías renovables, la I+D+i en los países miembros, una nueva política industrial y una mayor interconexión energética. Y como último acontecimiento destacable, Appa señala al encuentro COP21 que tuvo lugar a finales del pasado año en París, donde a diferen- cia de citas anteriores sí estuvieron representados la gran mayoría de los países del mundo, tanto los desarrollados como los no desarrollados. Esto es importante a la hora de asumir compromisos ya que como, recordaba José Miguel Villarig, Europa apenas supone un 11% de las emisiones de todo el mundo, mientras que entre EE UU y China suman el 43% del total. Frente a todos estos hechos, beneficiosos sin duda para las energías renovables, desde Appa también se pone el acento en otras decisiones que han supuesto auténticas barreras para la progresión de este sector, sobre todo en materia normativa con una “legislación improvisada y cortoplacista” como la definía el Sr. Villarig, y con un Gobierno que ha puesto en marcha una reforma energética sin buscar el consenso entre todos los agentes implicados. “Hay que corregir la inseguridad jurídica a la que están sometidas nuestras empresas, que cada seis años se ven expuestas a un cambio en la retribución de sus inversiones”, añadía. Además, desde Appa se solicita al Gobierno cambios en la tributación a la que tienen que hacer frente las empresas energéticas, así como una revisión de la formula elegida para realizar las subastas, cuya primera experiencia el presidente de la asociación calificó como un “desastre”. 46