EP28 - Enviropres

DERECHO AMBIENTAL 54 Ciertamente en los procesos dememoria, se producen cambios cada vez que recordamos algo… Es decir, nuestra percepción no es fidedigna sobre los hechos que vivimos sino sobre los recuerdos que construimos a partir de lo que recordamos sobre estos mismos hechos. Y cada vez que lo recordamos elaboramos de nuevo el recuerdo…a partir del recuerdo anterior. Sin embargo, en el mundo digital se pueden construir imágenes memorísticas tan solo combinando diferentes fotos que se cuelguen y dándoles una determinada orientación. Es tan fácil construir falsas identidades propias o alienas como lo es aplicar el Photoshop a cualquier imagen…pero ahora estamos muchomás fácilmente expuestos y no somos conscientes de lo que puede llegar a suponer. EL IMPACTO AMBIENTAL DE LA DIGITALIZACIÓN En 2019, el equipo de The Shift Project, publicó un estudio sobre el impacto del mundo digital en términos ambientales. Por un lado, la huella energética del mundo digital aumenta cada año un 9%, mientras que la demanda energética para la producción eléctrica global también sigue aumentando y se lucha para su descarbonización. En este sentido, sería interesante que las administraciones públicas considerasen el informe titulado ‘Desplegar la sobriedad digital’ de The Shift Project, aún más pertinente ahora en plena crisis energética, si bien el mismo estudio afirma que las políticas digitales deberían considerarse también en términos de políticas de sanidad pública. En Francia se ha llegado a crear una ley precisamente que lleva por título: 'LEY n° 2021-1485 del 15 de noviembre de 2021 destinada a reducir la huella ambiental de la tecnología digital en Francia (1)' en las que se marcan distintos objetivos organizados en los siguientes capítulos: • Capítulo 1: Concienciar a los usuarios del impacto medioambiental del mundo digital. • Capítulo 2: Limitar la renovación de terminales. • Capítulo 3: Promover y desarrollar usos digitales ecológicamente virtuosos. • Capítulo 4: Promoción de centros de datos y redes energéticamente eficientes. • Capítulo 5: Promover una estrategia digital responsable en los territorios. Así pues, una ley encaminada a hacer más eficiente energéticamente el uso del mundo digital y, a su vez, de introducir la economía circular en los hábitos de compra y mantenimiento de los dispositivos digitales. O lo que es lo mismo racionalizar nuestro uso y manejo para reducirlo en la medida de lo posible y tratar de equilibrar una dinámica desbordada. En el artículo de la Agencia SINC ‘Así contaminamos con internet sin salir de casa’ encontramos pistas de por dónde podríamos reducir nuestra propia huella digital medioambiental a nivel individual, y donde también se explica cómo emitimos más fuentes de contaminación con el uso de nuestros dispositivos móviles. De todos modos, esta eficiencia, obviamente, no debe depender solo de los particulares. Las grandes empresas también deben poner de su parte. Por ejemplo, vídeos y videojuegos son la fuente más contaminante del mundo digital porque son las que más consumen energía. En estos ámbitos se podría desarrollar estrategias para racionalizar según qué producciones. Algunos pensaran que decir algo así es ilusorio. Probablemente, pero más ilusorio es pensar que el uso de lo digital es completamente inocuo en nuestras vidas. Y finalmente, los impactos ambientales de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) que nos permiten el acceso a la digitalización es alarmante, tal como lo explicaba un informe internacional sobre la tendencias de los residuos eléctricos y electrónicos presentado en 2018. A modo indicativo reproduzco el primer párrafo del artículo para darnos una idea de la dimensión de lo que producimos como humanidad de RAEE: “En 2016, el mundo generó 44,7 millones de toneladas métricas (Mt) de residuos eléctricos y electrónicos (RAEE de ahora en adelante), lo cual representa un equivalente de 6,1kg por habitante de media, frente a los 5,8 kg/ habitante de 2014”. Los impactos ambientales de los residuos electrónicos son terribles. En Lagos (Nigeria) conocen bien los impactos ambientales y de salud debidos a la toxicidad de los RAEE que sufren las comunidades cercanas a los basureros donde van a parar. CONCLUSIÓN Así pues, las afectaciones psicosociales y medioambientales del uso de dispositivos digitales no son menores, ni a nivel psicológico, ni social ni medioambiental por lo que conviene repensar el uso que hacemos de los mismos. Y quizás empezar a plantearnos una reducción de sus usos si queremos llevar a cabo una relación saludable entre la tecnología digital y nosotros mismos. Un uso saludable que nos ayude, a su vez, a repensar cómo nos movemos y nos comunicamos con y entre nosotros mismos, porque detrás de una pantalla no somos iguales que sin ellas. Y sin ellas jugamos en el campo de lo físico y de una realidad que necesita de nuestra atención visto los desafíos que nos supone los retos medioambientales que tenemos por delante. ¿Y tú, cómo te manejas entre tu móvil y tu realidad? ¿Cómo te relacionas con la naturaleza sin datos móviles disponibles? 

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