OPINIÓN necesaria sostenibilidad. Debemos ser capaces de entregar a las siguientes generaciones los sistemas, infraestructuras y equipamientos en adecuado estado y funcionalidad. Por parte del sector hemos realizado un diagnostico que venimos trasladado a nuestras autoridades e intentamos divulgarlo a la ciudadanía, y que se resume en tres cues- tiones básicas: • Inversión potente y sostenida, no sólo para cumplir el déficit que existe actualmente en depuración de aguas residuales, sino para ir renovando, con la máxima efi- ciencia y rigor, el gran patrimonio de infraestructuras en las que soportamos los servicios públicos del ciclo urbano del agua. En ese sentido, las colaboraciones público privadas podrían jugar un papel relevante. • Cumplimiento de la DMA en lo que respecta a la ‘co- bertura de costes’ de los servicios. • Para disponer del soporte normativo, la eficacia y la necesaria independencia técnica que requerirá la for- mulación de los programas enfocados a resolver las dos demandas anteriormente citadas, aconsejamos, en correspondencia con la experiencia de otros países, el establecimiento de un ‘regulador’ general. Su objetivo debe ser el de armonizar los niveles de prestación de los servicios, las estructuras tarifarias, la transparen- cia, la involucración y participación de la ciudadanía, buscando siempre la eficiencia en el desempeño de estos servicios públicos. Este instrumento podría utilizar procedimientos de benchmarking, o comparación entre indicadores y grados de cumplimiento de hitos y metas, como acicate para favorecer la saludable competencia y optimizar el desempeño de los servicios de agua ur- bana. Además, contribuirá a la seguridad jurídica de los actores involucrados. Adicionalmente, sería ideal que estas tres demandas ge- néricas se englobaran en un pacto político, tantas veces demandado por el sector, y que ahora el Ministerio para la Transición Ecológica parece que quiere ir armando con el Plan DSEAR y el Libro Verde de la Gobernanza del Agua, y en donde no deberíamos olvidarnos del imprescindible impulso a la innovación y al desarrollo tecnológico (para mantener y potenciar nuestro lide- razgo mundial), que debe favorecerse mediante otros instrumentos más transversales de política industrial, formación y empleo. Especialmente en nuestro país, sin que el ciudadano entien- da, asuma, se conciencie sobre la importancia del agua y colabore decididamente para asegurar la sostenibilidad de los complejos sistemas urbanos, siempre mantendremos un riesgo y una precariedad no conforme con el desarrollo social y económico. Es preciso que nuestras autoridades y líderes políticos sitúen las políticas de agua en el lugar prioritario que le corresponde, como bien escaso, básico y vital que es. • 40 EDAR de Galindo. AGUA