estado muy presente. Esta reglamentación busca normali- zar las exigencias de autorizaciones y calidades, de manera que se fomente el empleo de estos caudales y se garanticen los cumplimientos, de forma preventiva, de los aspectos sanitarios y ambientales que la ciudadanía europea exige o demanda. Respecto al tema de la Economía Circular, los profesionales del sector del agua urbana vislumbramos con ilusión los retos y oportunidades que esta apuesta europea nos ofrecerá en el futuro inmediato, pero hoy podemos aseverar que el sector de los servicios de agua urbana está contribuyendo, decidi- damente, a la orientación que establece la Economía Circular. Sin embargo, tenemos nuestra preocupación centrada en otros retos que quizá no son tan técnicos, pero que tienen una gran importancia y que se incluyen en el concepto de gobernanza. La percepción de la ciudadanía, a través de las encuestas locales o comparativas con otros servicios, es de reco- nocimiento de unos buenos servicios, fiables, seguros, continuos y de calidad, con un precio asequible. Incluso, y gracias al esfuerzo realizado durante los últimos 30 años, aquellos sectores de la ciudadanía más preocupados por el medio ambiente, sobre todo por el acuático, han ob- servado grandes mejoras en la calidad de nuestros ríos y costas. Pero como ciudadanos no percibimos el reto de la OPINIÓN 39 AGUA