Pilas, baterías y SAI Especial ambiente de la agresión que supondría la manipulación incontrolada de un tipo de residuos cuyos componentes exigen tratamientos técnicamente muy avanzados; y poner freno al acelerado agotamiento de los recursos naturales y energéticos, gracias a la reutilización de materias primas. En lo que a la respuesta del sector se refiere, cabe señalar que, además de avanzar hacia un mayor rendimiento y portabilidad, la industria europea y española dedica cada vez más esfuerzos a minimizar la presencia de sustancias contaminantes, en una buena muestra de su compromiso con el cierre del ciclo vital de las pilas y baterías. Gracias a su esfuerzo por eliminar sustancias como el mercurio o el cadmio, hoy en día una sola pila no es peli- grosa (es necesaria una alta concentración), sin embargo, cada batería que no se recicla supone un desperdicio de recursos. Actualmente, en el caso de las pilas de uso más habitual, las alcalinas/salinas, el porcentaje de aprovechamiento de materias primas oscila entre un 55% y un 75%, dependien- do del procedimiento de reciclaje, el grado de humedad, el nivel de agotamiento, su deterioro y los porcentajes de un tipo u otro que se traten. Los materiales recuperados en mayor cantidad son el hierro y el zinc, que regresan a la industria metalúrgica y, en menor proporción, aleaciones de metales destinados a fundición para la fabricación de diferentes productos. Al esfuerzo de la industria, se añade el de la ciudada- nía. Actualmente, gracias al alto nivel de concienciación medioambiental de los españoles, ya recogemos el 35% de las pilas puestas en el mercado anualmente por los fabricantes, superando ampliamente el objetivo obligatorio del 25% establecido por la normativa de gestión de estos residuos. Este ratio sitúa a España en el puesto sexto de los países de la Unión Europea que más pilas recogen, sólo por detrás de Bélgica, Rumanía, Holanda, Alemania y Dinamarca, con una cultura del reciclaje mucho más arraigada socialmente desde hace más de veinte años. En definitiva, además de una fuente de energía durante su vida útil, las pilas y las baterías, tanto domésticas como industriales, son un recurso muy valioso por su contri- bución al bienestar medioambiental y socio-económico, siempre y cuando sean gestionadas correctamente, una vez desechadas. • Comprobar con exactitud el buen funcionamiento de las baterías El comprobador de capacidad de batería C.A. 6630, de Chauvin Arnoux, realiza la medida exacta de la resistencia interna mediante el método más preciso a 4 hilos, así como la medida de la tensión en circuito abierto, con visualización simultánea de ambas. La comprobación de baterías resulta ahora más fácil, rápida y segura gracias al C.A. 6630, que incluye una función de Comparación, permitiendo una rápida detección Pasa/No Pasa de cualquier deterioro incipiente en el material. Se trata de un equipo extremadamente versátil ya que trabaja a la perfección con baterías de tipo niquel/cadmio, litio-ion o niquel/metal hidruro. Incluye un software de transferencia de datos a PC que cuenta con dos modos de memorización: la manual, con 999 medidas y la automática, en modo data logger, que almacena y visualiza gráficamente los valores.• * Recyclia es la plataforma que gestiona los Sistemas Integrados de Gestión Ecopilas, Ecofimática y Ecoasimelec, dedicados a la recogida selectiva y el re- ciclaje de pilas usadas y residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. 11