Especial Pilas, baterías y SAI José Pérez, consejero delegado de Recyclia* y presidente de Ecopilas Pilas y baterías, fuente de energía y también de recursos Cada español consume una media de 11 pilas al año, lo que se traduce en más de 500 millones de unidades o unas 8.500 toneladas. Estas cifras corroboran, en primer lugar, que, en estos tiempos de explosión de la tecnología móvil, las baterías portátiles continúan siendo la mejor forma y la más avanzada de almacenar energía. Y, en segundo lugar, que lo seguirán siendo en un futuro, dado el nivel de desarrollo alcanzado en el terreno de la tecnología electroquímica, la cual permitirá aumentar sus tipos y aplicaciones. Si el litio consiguió imponerse hace unos años al níquel y al cadmio, hoy la generalización de dispositivos como smartphones, tabletas y ordenadores portátiles, todos ellos grandes consumidores de energía, han conducido al sector a dedicar grandes esfuerzos de inversión en i+D al hallazgo de nuevas fórmulas de ampliación de la capacidad de almacenamiento. En concreto, hoy todos los ensayos parecen señalar a las baterías metal-aire, tal y como se ha puesto de manifiesto en el reciente Congreso Internacional Mabic16. Pero estos datos y previsiones en torno al merca- do de pilas y baterías, revelan otra cuestión igual de importante para nuestro futuro: el desafío medioambiental que supone la generación de tal volumen de residuos de pilas y de composiciones tan variadas. 10 Afortunadamente, somos muchos los que ya respondemos — algunos desde hace más de 15 años— a este desafío en pro de la sostenibilidad, mediante la recogida separada y el reciclaje de las pilas y baterías usadas y la implicación de todo el tejido social. Esta labor tiene una doble finalidad: proteger el medio