Teniendo en cuenta los retos a los que se enfrentan los com- ponentes del sector de la automoción, deben ofrecer una fiabilidad muy elevada, ya que tienen que funcionar correc- tamente durante los años que dure el coche (en lugar de los meses para los que algunos productos de electrónica de consumo parecen estar especificados, como es el caso de los audífonos intrauriculares). Los componentes deben soportar rangos de temperatura extremos, desde inviernos polares a veranos desérticos, y resistir choques mecánicos y vibraciones complejas, cambios bruscos de tempera- tura, interferencias eléctricas, electrostáticas y electromagnéticas, exposición constante a la humedad y los disolventes y el posible estrés mecánico por las PCB flexibles. La industria de la electrónica de automo- ción ha respondido a esta lista detallada de desafíos mediante la definición de un estándar de test de estrés para los componentes pasivos, conocido como AEC-Q200. Incluye un conjunto de prue- bas, algunas extraídas de otros organismos de estandarización, que un dispositivo debe pasar para ser calificado como AEC-Q200. El estándar cubre todos los aspectos mencio- nados anteriormente, así como la capacidad de soldadura y la resistencia al calor. Aunque AEC-Q200 parece completo, algunos fabricantes aplican unos test esta- dísticos adicionales a sus lotes de producción con la intención de garantizar niveles superiores de fiabilidad de cada componente. El sector del automóvil necesita estos niveles mejorados de fiabilidad, ya que los vehículos continúan evolucionando. Por ejemplo, algunos fabricantes están incorporando fuentes de alimentación de 48 V para aumentar o sustituir sistemas de 12 V. Estas fuentes de mayor tensión son empleadas para impulsar motores y turbocompresores y alimentar subsistemas como dirección, frenos, bombas de agua, refri- geración de radiador y aire acondicionado, y la creciente cantidad de electrónica de control y sistemas de info entretenimiento a bordo de los coches actuales. AUTOMOCIÓN Tendencias de diseño: pasivos para el sector del automóvil Los coches solían ser poco más que cuatro ruedas, asientos, un motor de combustión y la electrónica suficiente para poner en marcha cada sistema en el momento adecuado. Los vehículos actuales son radicalmente más complejos y siguen evolucionando con rapidez desde la combustión interna a los trenes de potencia eléctricos y los controles manuales dejan paso a mayores niveles de autonomía. La elección de los componentes que respaldan esta electrónica de los coches modernos e incluso de los pasivos más sencillos aparentemente es tan importante como la selección de la configuración de motor y la estrategia de carburación cuando los automóviles eran mucho más sencillos. Martin Keenan, director técnico de Avnet Abacus 39 Panasonic condensadores electrolíticos EEH-ZE.