TERMOGRAFÍA 40 Termografía con drones, allí donde otros no llegan La termografía permite la detección prematura de fallos y averías. Es una magní ca herramienta para el mantenimiento predictivo de instalaciones, y, si se esta técnica se aplica sobre drones, permite dejar atrás el pasar horas sobre una escalera con una cámara en mano, o de gastar grandes cantidades de dinero en una inspección desde una aeronave de tamaño real. Las inspecciones de edi cios y tejados con un dron equipado con una cámara termográ ca solo tardan unos minutos. La termografía es una técnica ya habitual en los sectores industria- les, de construcción y energético que permite medir con precisión las temperaturas super ciales de un objeto sin mantener contacto físico con él, gracias a la radiación electromagnética en el rango del espec- tro infrarrojo re ejada por estos. Sin embargo, la incorporación de cámaras termográ cas a los drones, está abriendo un campo de aplicaciones de termografía aérea novedoso al alcance de un mayor número de empresas. Los drones con cámaras térmicas permiten revisar las líneas eléctricas e cientemente y sin riesgos. Foto: Flir. La termografía puede ayudar a los jefes de mantenimiento a detectar una anormalidad antes de que se produzca el problema real. Es obvio que la versatilidad y movilidad que ofrecen los drones permite acce- der a lugar desde los que antes era impensable grabar. De hecho, la termografía desde drones es un sector en pleno desarrollo y cada día encontramos nuevas aplicaciones a la termografía en este sentido en campos tan diversos como las energías renovables, la e ciencia ener- gética o la vigilancia. Al montar la cámara termográ ca en un drone, se puede revisar grandes cantidades de instalaciones o terreno en un único vuelo, así como acce- der a zonas difíciles o casi impracticables sin riesgo humano. Otra ventaja es que podemos disponer al mismo tiempo de imagen normal e imagen infrarroja. De esa manera podemos evaluar los datos, la causa de la pér- dida de e ciencia de una determinada instalación, que puede ser debida a suciedad u otros factores independientes del funcionamiento técnico, además del ahorro frente a métodos más convencionales. Igualmente, las revisiones llevadas a cabo con drones se realizan en mucho menor tiempo que realizadas con el método convencional. Por ejemplo, en la revisión de un aerogenerador, una inspección con drones puede ser efectuada en unos minutos. Hecha por un opera- rio puede extenderse entre 3 y 4 horas. Cuando se asocia la termografía a un dron, el resultado es de gran utilidad para actividades como: • Inspección de tendido eléctrico: Los drones con cámaras térmicas permiten revisar las líneas eléctricas e cientemente y sin riesgos, que además se puede combinar con nuestras cámaras HD para ofrecer simultáneamente imágenes de mayor nitidez. • Comprobación de paneles solares: La termografía con drones permite localizar módulos con mal funcionamiento dentro de una placa solar. La técnica de la termografía aérea es muy e caz para el estudio y revisión de células foto-eléctricas para localizar células ‘muertas’ y comprobar que se encuentran dentro de la temperatura de rango de trabajo. Con la termografía aérea, es posible la toma de datos mientras las placas están trabajando a pleno rendimiento. • Construcción y edi cación: Imágenes térmicas precisas en tiempo real permiten chequear el estado de las infraestructuras de forma sencilla, mediante la detección de puntos calientes. Al montar la cámara termográ ca en un drone, se puede revisar grandes cantidades de instalaciones o terreno en un único vuelo, así como acceder a zonas difíciles o casi impracticables sin riesgo humano. Foto: Flir.