Según el informe, la adaptación decisiva del sector de automoción al nuevo contexto digital llevará bastante tiempo. AUTOMOCIÓN 10 La transformación digital del sector automoción La Cuarta Revolución Industrial representa un reto mayúsculo para el conjunto de la industria, señala el estudio ‘The Future Enterprise’ de la empresa de estudios EY. En él considera que las empresas del sector automoción ya no son meros fabricantes de vehículos, sino proveedores de movilidad como propuesta de valor para sus clientes. La alta volatilidad de los mercados ha sido un freno para los fabricantes de equipamiento original (OEMs, por sus siglas en inglés) a la hora de introducir la innovación en todas las áreas de su actividad. El futuro de la movilidad, desde una pers- pectiva global, provocará cambios relevantes en la industria, aunque la adaptación decisiva del sector al nuevo contexto digi- tal llevará bastante tiempo. El estudio de EY destaca seis principales motores del cambio en la industria: las relaciones con los consumidores, el impacto de la digitalización a lo largo de la cadena de valor, la gestión de los recur- sos para la continuidad, la incertidumbre económica, geopolítica y demográ ca, un nivel de escrutinio sin precedentes, la reinvención de las cadenas de fabricación y suministro y el ritmo acelerado de la innovación y la competencia disruptiva. El informe, basado en entrevistas a directivos y expertos del sector, recoge una serie de factores que afectan de forma transversal a la indus- tria de la automoción, que analizamos en profundidad. Estas pautas nos ayudan a trazar el viaje de la transformación de las compañías del sector. 1 La batalla por conocer al consumidor en un mercado digital La digitalización está propiciando la aparición de nuevos com- petidores en la industria del automóvil y está transformando la relación del sector con el consumidor. En este contexto, la volatili- dad domina el mercado y marca los gustos de los clientes. Con el objetivo de preparar a las compañías para hacer frente a la creciente incertidumbre en el comportamiento del mercado, el estudio de EY recomienda: