Informe Compromiso europeo con la eficiencia energética La Unión Europea se ha comprometido a aumentar su eficiencia energética en un 20% para 2020, para ello es necesario el compromiso, entre otros agentes, de los desarrolladores de equipos y nuevas tecnologías. La transformación energética es una oportunidad para el liderazgo industrial si se aprovecha para avanzar tanto en nuevos modelos de fabricación y exportación, como de reducción de costes energéticos a las empresas. Cristina Mínguez La asociación de las nuevas tecnologías de generación y efi- ciencia energética con las tecnologías inteligentes conduce a un modelo de industria 4.0 con nuevas especializaciones productivas en los sectores de la energía y las TIC; y es que la eficiencia energética es un importante factor de competitividad al reunir las características que han de asociarse a una estrategia industrial basada en productos competitivos, por sus menores costes energéticos, y con una demanda creciente en el mercado. En este sentido, el 'Objetivo 20-20-20' es un compromiso pac- tado y firmado entre los Estados miembros de la Unión Europea para alcanzar una mayor eficiencia energética. La idea surge a raíz de la mayor concienciación sobre la seguridad energética, el cambio climático o la reducción del consumo energético, por poner algunos ejemplos. El segundo informe de la Comisión Europea sobre la Unión de la Energía, presentado recientemente, pasa revista a los progresos realizados desde la publicación del primer informe sobre esta materia publicado en noviembre de 2015. 24 La eficiencia energética es un elemento clave de la transición de la energía limpia, una de las prioridades de la Comisión Europea. Para Bruselas, la eficiencia desbloquea los ahorros de energía que impulsan el crecimiento en la econo- mía de la UE, las inversiones y la creación de empleo. Aporta ahorros de costes para los consumidores, además de benefi- cios en forma de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, mejora de la calidad del aire y mayor seguridad de suministro, competitividad, sostenibilidad de la economía europea y creación de empleo. Lo mismo cabe decir respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero: en 2015, tales emisiones fueron inferiores en un 22 % a las de 1990. La UE va también por el buen camino en el sector de las energías renovables, en el que, según datos de 2014, la cuota correspondiente a las mismas alcanzó un 16 % del consumo bruto total. Otra tendencia digna de resaltar es que la UE sigue avanzando en la disociación entre crecimiento económico y emisiones de gases de efecto invernadero. Durante el período 1990-2015, el producto interior bruto combinado de la UE creció un 50 %, mientras que las emisiones totales disminuyeron un 22 %. Por lo que respecta al consumo final de energía (utilización de la energía por los usuarios finales, como los consumidores resi- denciales, la industria y los servicios), Europa ya ha alcanzado su objetivo para 2020. En 2014, la UE consumió 1062 millones