21 ALIMENTACIÓN Envase renovable de cáñamo y lino. La independencia de una fuente de alimentación o de un sistema para poder calentar o enfriar una bebida, es una de las ventajas que podrán ofrecer los nuevos envases. En muchos casos la principal diferencia entre productos radica en el envase, este puede convertirse en la única razón por la que se elige una marca comercial concreta. Como ejemplo, un envase con un sistema que inhibe du- rante un periodo de tiempo mayor la oxidación. Éste ofre- ce un producto de mayor calidad durante más tiempo, evitando pérdidas de producto y reduciendo desperdicios innecesarios. La necesidad de cambio no viene exigida únicamente por los consumidores. Los propios envasadores y fabricantes de envases, necesitan conocer los cambios y nuevas ten- dencias en el sistema productivo y logístico, para ofrecer valores tangibles a un precio competitivo. Uno de los ob- jetivos de muchos envasadores es reducir el coste unita- rio. Este objetivo se podrá alcanzar si la tecnología aplicada para desarrollar este envase permite la reducción de material, la aplicación de otros materiales o la optimi- zación mediante un nuevo diseño. Aumentar el alcance de la cadena de distribución, permite la extensión de mercados. Este cambio exige estudiar los riesgos de la distribución: vibración, compresión dinámi- ca, humedad, temperatura. Las exigencias de los nuevos mercados y la necesidad de cumplir con la legislación vi- gente relacionada con la sostenibilidad, suponen nuevos retos para el diseño del envase. Tendencias Las tendencias de estos últimos años están focalizadas en mejorar los envases de productos de necesidad bási- ca, como la alimentación. Dentro de esta tipología de productos, el sector de los platos preparados destaca como uno de los más prome- tedores de la alimentación en España. En el sector de los platos preparados los dos grupos con mayor mercado son los platos refrigerados y platos congelados. El mer- cado de los platos refrigerados genera alrededor de 700 millones de euros anuales, con volúmenes de venta en torno a las 150.000 toneladas. Por lo que hace referencia a los platos congelados, la mayoría de las estimaciones indica un nivel de ventas en torno a 144.000 toneladas anuales (1). Por lo tanto, en este sector aparece la oportunidad de me- jorar los sistemas actuales, resolviendo las carencias de- tectadas a nivel del consumidor y del envasador. Para analizar la posición en la que se encuentra el envase ali- mentario a día de hoy, se parte de las funciones principa- les del envase convencional, presentadas al inicio de este artículo y que básicamente son contener, conservar y pro- teger la integridad del producto, e informar y vender el producto contenido. A. Contener el producto Inicialmente, la función de contener un producto alimen- tario terminaba en el momento en el que el producto se cocinaba y se consumía. La función era meramente con- tener el producto, a temperatura ambiente o refrigerada. Ahora, contener el producto puede significar en algunos casos soportar las temperaturas de congelación, ya que muchos de los productos se distribuyen congelados. En la mayoría de productos precocinados su introducción en el microondas o en el horno, sin que esto provoque una alteración del envase que pueda afectar al producto es un requerimiento. Una vez cocinado aparece una nueva función: contener el producto mientras se consume ejer- ciendo de plato. La definición de contener el producto sigue siendo acer- tada, pero cada vez más, cubrir esta función supone un proceso de mejora del envase. En muchos casos la solu- panorama