75 ENVASE ALIMENTARIO Con el envasado tradicional manteníamos estáticos los niveles de los parámetros causantes de proce- sos de degradación. Sin embargo en este tipo de envasado introducimos un dinamismo, que va a actuar a nuestro favor. Las interacciones beneficiosas creadas entre alimento y envase pueden basarse en la regulación del contenido en gases dentro del envase (oxígeno, dió- xido de carbono, etileno, etc.), en el control de la hume- dad (aditivos antivaho, absorbentes, etc.), en una acción antimicrobiana (etanol, ácidos orgánicos, antibióticos, bacteriocinas, fungicidas, etc.). Anteriormente, en el in- terior del envase sólo se daban cambios que surgían de la evolución natural del producto; ahora el alimento está en un entorno que se va a modificar beneficiosamente a través de cambios inducidos gracias a este sistema de envasado (Rooney, 1995). El envase activo en el que se centra este estudio, tiene una finalidad diferente de los llamados envases inteligen- tes, y ello justifica su distinción del envasado activo con una designación especial. La acción de los envases inte- ligentes, posibilita un sueño en las pretensiones del con- sumidor del mundo moderno, siendo el envase mismo el que habla de su calidad o de los sucesos que han marca- do su procesado, actuando como un indicador del posible mal estado o degradación del producto, así como de un mantenimiento, transporte o distribución inadecuada. La característica especial de los envases activos se con- sigue incluyendo el componente activo en todo el mate- rial de envase, o gracias a la utilización de un sobre, bolsitas o etiquetas que contienen el produc- to activo. Esta última posibilidad no exige cambios en el diseño del envase, pero impone una separa- ción física segura y estable para impedir el contacto de ese compo- nente con el alimento. En este estudio el componente ac- tivo lo forma una combinación de aceites vegetales esenciales natu- rales. Los aceites esenciales, o también llamados aceites volátiles, son líquidos oleosos aromáticos que se obtienen de diferentes ór- ganos vegetales: flores, yemas, semillas, hojas, tallos, frutos y raíces. Los aceites esen- ciales pueden extraerse por presión, fermentación o ex- tracción, si bien el método más ampliamente usado para la producción comercial de aceites esenciales es la des- tilación. De hecho, la destilación como método de pro- ducción de aceites esenciales se usaba hace 2.000 años en Egipto. Se conoce desde hace algunos años que algunos aceites esenciales poseen propiedades antimicrobianas así como las especias de donde proceden, si bien el reciente au- mento en el interés sobre las sustancias naturales con un posible beneficio sobre la salud, ha conllevado a un re- surgimiento en el estudio científico de estas sustancias, ya que los consumidores desean cada vez menos el uso de aditivos alimentarios sintéticos que tienen un fuerte impacto en el medio ambiente. No obstante, la Organiza- ción Mundial de la Salud en un estudio reciente ha esti- mulado a reducir las infecciones causadas por los alimentos a través de una reducción o eliminación efecti- va de los patógenos presentes en los alimentos mediante la combinación de métodos clásicos de conservación junto con las nuevas tecnologías, entre las que se encon- trarían los aceites esenciales. En varios artículos se ha descrito como la combinación del envasado en atmósfera modificada (EAM) con la adi- ción de eugenol, mentol o timol (aceites esenciales pro- cedentes de hierbas aromáticas como clavo, menta y orégano o tomillo respectivamente), mantienen de forma tecnología