69 EMBOTELLADO abundancia y bajo coste (5). El almidón esta compuesto por dos isómeros, amilosa (estructura lineal) y amilopec- tina (estructura altamente ramificada), cuya proporción depende de la fuente de origen. Como bioplástico, el al- midón termoplástico (TPS) puede ser procesado emple- ando plastificantes y convertido en plástico. El papel de los plastificantes es destruir el almidón granular, mediante la rotura de los puentes de hidrógeno de las macromolé- culas de almidón, acompañado de una depolimerización de parte del almidón. Su naturaleza hidrofílica hace que el TPS sea susceptible a los ataques de la humedad y pro- voque cambios significantes de estabilidad dimensional y en las propiedades mecánicas (6). Actualmente existen diferentes variedades de TPS, que combinan poliésteres con almidones nativos de diversos orígenes, como maíz, patata o guisante y que presentan propiedades diferen- tes. Esta variación hace que el TPS destaque por su ver- satilidad en sus propiedades, al poder ser modificado fácilmente con aditivos superficiales, además de tener unas buenas propiedades de sellabilidad y de imprimibili- dad sin tratamiento superficial. Bioplásticos a partir de bacterias Otra de las familias de polímeros biodegradables a la que se le augura un buen futuro son los polihidroxialcanoatos (PHAs), obtenidos a partir de fermentación bacteriana. Las bacterias pueden crecer en cultivo y el plástico ser extraído fácilmente. Una de sus características es su ver- satilidad, ya que existen más de cien mo- En función de la longitud de la cadena lateral, los PHA muestran una mayor cristalinidad (PHA de cadena corta, análogos al polipropileno) o se comportan como elastó- meros, más parecidos al polietileno (PHA de cadena media, mcl-PHA). Además, los PHA son hidrofóbicos y muestran bajas permeabilidades al oxígeno y al vapor de agua, por lo que hacen que sean materiales potenciales para el desarrollo de envases biodegradables. Investigación y desarrollo en materiales biodegradables para el sector alimentario Centros de investigación como el Instituto Tecnológico de Embalaje, Transporte y Logística (Itene) realizan una importante labor en investigación, tanto a nivel europeo como a nivel nacional mediante el desarrollo de proyec- tos de I+D+i. Esta labor ha permitido enfocar la investi- gación en nuevos materiales más sostenibles para aplicaciones de envase alimentario, hacia el desarrollo de materiales biocomposites de manera que sea posible en pocos años, el uso de materiales biodegradables o procedentes de fuentes renovables en gran parte de aplicaciones de la industria del envase y embalaje ali- mentario. Desde los ámbitos de nuevos materiales avanzados y na- nocomposites de Itene, se han llevado a cabo diferentes proyectos en los que se han desarrollado materiales sos- tenibles para su uso en el envasado de alimentos. nómeros diferentes, hidroxivalerato, butirato, etc., que en función de la varia- bilidad de la posición de sus grupos fun- cionales y grados de polimerización varían las propiedades finales del polímero sin- tetizado. Estos polímeros son completa- mente biodegradables, de carácter termoplástico, con una alta cristalinidad, elevada temperatura de fusión, buena re- sistencia a los disolventes orgánicos y muy buenas propiedades de resistencia mecánica, lo que hace que sean compa- rables en su comportamiento con poliole- finas como el polipropileno, con la ventaja frente a éstas de ser de origen renovable, biodegradables y además biocompatibles. Sus propiedades térmicas y mecánicas varían en función de su composición, por lo que son polímeros muy versátiles. Figura 2. Permeabilidad al O2 de films de PLA-PHB sin y con nanorefuerzos. tecnología