Canteras y explotaciones_CS655

21 Al final, el año 2022 ha transcurrido con la palabra incertidumbre en boca de todos y se ha terminado reflejando en los resultados. A falta todavía de confirmar los datos del último trimestre, se estima que la caída de producción de hormigón anual estará entre un 5 y 7%. La tendencia ha sido descendente en cada trimestre de 2022, ofreciendo datos peores según iba avanzando el año. El dato acumulado al tercer trimestre alcanzó los 18,58 millones de m3, un 4,7% menos que en 2021. ¿Y qué esperar para 2023? Los primeros indicios, y según estiman los exper tos, muestran una cier ta estabilización del comportamiento y un volumen de producción similar al de 2022. Las cifras de previsión de crecimiento del PIB se están ajustando a la baja, aunque habrá que esperar a ver el transcurso real, ya que algunos factores negativos están pesando menos de lo esperado, por ejemplo, la falta de fuentes de energía previstas para este invierno que se está subsanando mejor de lo esperado hasta el momento. Volviendo a lo literario, ante la opción de escribir un nuevo libro en blanco tratamos de aferrarnos a aquello que decanta la balanza hacia unas perspectivas más optimistas. Si bien es cier to que estamos viviendo una ralentización en la aparición de proyectos nuevos, no es menos cierto que sí esperamos un incremento de actividad en los proyectos ya iniciados y de aquellos bajo los requisitos con los que cumplir procedentes de los Fondos Europeos. Además, en los últimos años el sector se está volviendo cada vez más dinámico, y las empresas demuestran su capacidad de adaptación a los tiempos y a las demandas de la sociedad y de nuestros clientes. No sólo en la parte económica, la evolución pasa, sin duda, por ser cada vez más sostenibles y, ahí, también están surgiendo nuevas oportunidades. La apuesta por la economía circular en la construcción, como se está trabajando en muchas regiones de España incluido el reciente proyecto de Ley de Economía Circular de la Comunidad de Madrid, puede suponer un impulso para el hormigón y una fuente de innovación y desarrollo de nuevas ideas. Las características propias del hormigón y las posibilidades que brinda en su reutilización hacen de este un material único para seguir prosperando en la reducción de la huella de CO2 y en hacer de la construcción un sector más sostenible. Aun tratando de mantener la positividad y el optimismo, no podemos taparnos los ojos y obviar la justificada preocupación que existe entre los fabricantes de hormigón como en la mayoría de los materiales de construcción. Vamos a tener, y ya lo estamos haciendo desde el 1 de enero, que lidiar con nuevos incrementos de los costes y con proyectos y licitaciones que se han visto desiertas a lo largo del 2022 por este motivo. Por ello, es fundamental, si queremos que los proyectos sigan adelante, ser conscientes y capaces de adaptarnos al mercado, teniendo en cuenta en los proyectos los costes reales de las materias primas y los recursos productivos con los que contamos. l

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