CS654-Canteras y explotaciones

Llegamos al final de este 2022 de una forma inusual, haciendo balance de la reciente celebración de Bauma. Inusual porque lo normal es que estemos hablando de esta feria en el mes de abril. A pesar de este cambio de fechas, que a la vista ha sido el menor de los problemas que ha tenido que afrontar Bauma, el gran evento que acoge Múnich cada tres años ha vuelto a ser el gran referente de la maquinaria para la construcción, minería y sectores adyacentes. Si algo define el contexto en el que ha tenido lugar la celebración de la 33ª edición de Bauma es la incertidumbre. Numerosos factores jugaban en contra de la feria: inflación galopante en Europa, crisis de suministros o el encarecimiento de la energía son algunos de ellos. Incluso los últimos coletazos del coronavirus, al menos desde el punto de vista de las restricciones, llegaron a sembrar la sombra de la duda sobre el certamen meses antes del evento (de ahí el cambio de fechas). Con todo y con ello, durante una semana Messe München volvió a ser el gran escaparate del sector que recordábamos, repleto de visitantes, con infinidad de presentaciones por parte de expositores, con importantes innovaciones que enseñan hacia dónde va el sector. A pesar de las ausencias de algunos destacados fabricantes, no faltaron los enormes stands, algunos casi una feria en sí mismos. Aunque el medio millón de visitantes dan buena muestra de la escala de evento del que estamos hablando, sí ha habido una sensible caída respecto a la edición anterior, con un 21% menos. Además, Bauma 2022 nos ha vuelto a mostrar hacia dónde va la industria, marcada definitivamente por las transiciones energética y digital. No se entiende el futuro del sector sin tener en cuenta estos cambios que ya comienzan a ser una realidad a la vista de las novedades mostradas por los fabricantes, en las que la electrificación y las aplicaciones tecnológicas son, sin duda, la gran tendencia. A pesar del complejo contexto en el que se ha celebrado, Bauma ha tenido la fortuna de esquivar el impacto directo de la pandemia, que sí impidió la celebración durante este ciclo de otros certámenes como Intermat, en París, o Samoter, en Verona y que alteró significativamente la puesta de largo de Smopyc. Incluso el clima primaveral ayudó a que Bauma 2022 se sintiese como siempre. De lo que no cabe duda es que Múnich ha vuelto a marcar la hoja de ruta de la industria para los próximos años. ● La gran feria que recordábamos 4 y explotaciones EDITORIAL

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