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59 URBA La luz es una energía intangiblemediante la cual establecemos la principal cone- xión con nuestro entorno. Es un juego muy complejo de diversas ondas electro- magnéticas que nuestros ojos capturan y nuestro cerebro descifra para crear una realidad visual. Sobra decir entonces que la calidad de la luz definirá rotun- damente la calidad de nuestra realidad. Durante el día, nuestra realidad visual está gobernada principalmente por la luz solar. Es poco lo que podemos hacer para manipular estas situaciones lumí- nicas. Por la noche, en cambio, nuestras posibilidades para crear nuevas reali- dades visuales se expanden gracias al Ejemplo de un paisaje urbano nocturno efficientemente iluminado, pero quebrantado. Foto: Darío Núñez marco que nos provee la oscuridad. Gracias a la oscuridad y la luz artificial, somos capaces de forjar la imagen de nuestro entorno de forma consiente y premeditada. Y es por esto mismo que somos también responsables del resul- tado de ello. Desafortunadamente, no es con este nivel de conciencia con que normalmente se iluminan nuestros paisajes nocturnos. Muy a menudo, el alumbrado urbano se aborda como la inevitable necesidad de interrumpir la oscuridad, a favor de la funcionalidad y la seguridad. El problema

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