| 27 A continuación, reproducimos en iCan- dela algunas declaraciones que Gustavo Avilés ha realizado sobre el Hotel En- canto en diversos artículos: “La arquitectura se pone al servicio de las emociones. Este principio nos guió a generar atmósferas que le quitan lo pla- no al edificio y nos hacen saber cuál es su aroma, su sonido y hasta su sabor”. “Un hotel se convierte en una casa-ha- bitación transitoria y la iluminación de una residencia puede ser un factor de unión o separación. Para iluminar estos espacios consideramos que son sitios en los que se vive diario, y la luz debe dar sorpresas para romper la monotonía”. “En el Hotel Encanto las fachadas de las habitaciones son cubos de color, un collage muy divertido; estos juegos de luz generan una estética con una dosis de actitud que inspira”. “Estos muros, que yo llamo reflectores secundarios, rompen la luz y la vuelven como un spray, la vaporizan para dejarla pasar a todo el espacio”. “En los pasillos hicimos algo similar solo que los muros reflectores están afuera y meten la luz, así que no sabes de dónde viene, es una luz indirecta que autoilumina la arquitectura. Cada color tiene un significado”. “En este ejercicio arquitectónico la luz opera libremente. Si tenemos un ámbito cuadrado, la luz se transforma en espi- ral, el objetivo es que la iluminación no sea paralela a los muros, los pasillos, las columnas”.