26 | El diseño arquitectónico del Hotel Encanto, realizado por Miguel Ángel Aragonés, está influenciado por la arquitectura emocional, que deja atrás los excesos de detalles y el exagerado funcionalismo para que los ele- mentos arquitectónicos expresen y generen una respuesta emocional. Aragonés ha di- señado un edificio de volúmenes blancos, que se convierte en el lienzo sobre el cual, tanto en el día como en la noche, el diseño lumínico del arquitecto Avilés toma vida. El proyecto experimenta con el principio de una arquitectura absolutamente blanca y la dinámica que se desenvuelve, tanto con la luz natural, como con las posibilida- des artísticas y creativas de composición cromática que ofrece la luz artificial. Durante el día, se revela una gama de blancos y grises generados por la luz y las sombras que proyectan los volúmenes del edificio. El espacio despliega formas geométricas, líneas y puntos que articulan los recorridos y generan una sensación de transición. luz y cOlOR PARA cREAR ATmóSFERAS Durante la noche, el edificio de líneas lim- pias se convierte en materia sobre la cual se pinta con luz y color para crear atmós- feras. Las luces que inundan el interior del hotel varían desde colores cálidos hasta colores fríos, pasando por todo el espectro cromático. Desde el exterior la apariencia de cubos luminosos se entretejen en un tapete multicolor. Como comenta Gustavo Avilés, “en el Hotel Encanto las fachadas de las habitaciones son cubos de color, un collage muy divertido; estos juegos de luz generan una estética con una dosis de ac- titud que inspira”. El color se convierte en elemento y herra- mienta para construir percepciones tanto físicas como emocionales. Se han realiza- do aplicaciones creativas de la luz, basadas en el concepto de CMYW (cyan, magenta, yellow, white), que permite una cuidadosa selección de temperaturas de color de las fuentes de luz y la dinámica de un sistema de control totalmente programado. Tecno- logía avanzada de LED, fluorescencias de temperatura cálida con ahorro de energía, incandescencias de baja intensidad y adi- tivos metálicos con corrección de color ha- cen alquimia con los elementos arquitectó- nicos para generar colores, y que estos nos sugieran sabores, aromas y sonidos. “Aragonés diseñó un edificio de volúmenes blancos, que se convierte en el lienzo sobre el cual, tanto en el día como en la noche, el diseño lumínico del arquitecto Avilés toma vida”.