2017 LA LUZ INTERIOR PARA PERSONAS MAYORES CON PROBLEMAS DE DEMENCIA 13 En Estados Unidos se prevé que, para el año 2050 –si aún no se dispone de solución para el alzhéimer–, las personas de 65 años o mayores con esta enfermedad triplicarán su número, pasando de 5 millones a 13,8 millones. Unas previsiones que también afectarán a la población de 85 años o mayores, que se incremen- tará hasta los 7 millones. A pesar de que la comunidad científica internacional y la industria farmacológica están trabajando a contrarreloj para dar con el trata- miento médico que permita atajar esta enfermedad, a fecha de hoy no hay una cura para el alzhéimer.1 Estas estadísticas conllevan, implícitamente, un im- pacto económico asociado a los cuidados de la enfer- medad del alzhéimer que incrementaría los valores de la hospitalización, los cuidados y los tratamien- tos. Los costos anuales calculados en Estados Unidos asociados con la demencia son superiores a 215 bi- llones de dólares, cuyas cifras compiten directamen- te con enfermedades como el cáncer y las asociadas al corazón. Si estos gastos siguen en crecimiento constante, en 2040 se duplicarían. Las enfermedades como el alzhéimer no solo tienen un impacto sobre el portador de la enfermedad, sino que también afectan a su familia y a los cuidadores. En este contexto, el diseño de espacios para dicho sector de la población juega un papel determinan- te en su bienestar, ya que puede proporcionar un ambiente seguro y confortable, que cubra todas sus necesidades y, simultáneamente, les otorgue mayor independencia. El interiorismo puede garantizarles libertad de movimiento, estimular su alimentación, su estado físico sano y también las conexiones socia- les. Todo ello, sin perder de vista las seis partes más importantes del proceso de envejecimiento: la pér- dida de balance; la pérdida cognoscitiva; la pérdida de fuerza; la deficiencia visual; la disminución de la audición y el aumento de sensibilidad al frío, corrien- tes de aire y luz solar directa. PÉRDIDA DE VISIÓN, DEMENCIA Y ALZHÉIMER La disminución de la visión y de las capacidades sen- soriales aumentan la vulnerabilidad y limitan la cali- dad de vida de las personas, ya que les impide hacer una vida normal, dificultando la posibilidad de rea- lizar actividades cotidianas como bañarse, vestirse, pasear, sociabilizarse, etc. Los sentidos son la conexión que tenemos con nues- tro entorno y, como parte del proceso natural de en- vejecer, se generan cambios en órganos de los senti- dos y del sistema nervioso. Con el paso del tiempo, la atrofia de estos receptores nerviosos se acumula y se reduce la interacción con el medio ambiente. Una pérdida que se ve incrementada en los casos de sín- drome de demencia. La demencia está considerada como la pérdida de la función cognitiva con tal severidad, que interfiere en el funcionamiento social y ocupacional del enfermo. La función cognitiva de una persona funciona a tra- vés de cinco fases: la fase sensorial, la fase de com- prensión y la percepción, la fase de ejecución, la fase de expresión y la fase motora. El proceso de envejecimiento afecta a los receptores de los ojos, los oídos, la nariz, la cavidad bucal y los nervios periféricos, que también interfiere en la fase sensorial e impide el correcto funcionamiento de los sentidos. Algo que, a su vez, dificulta el entendimiento del entorno, ya sea de la fase de percepción o bien de la comprensión. En muchas ocasiones, se considera que la pérdida de memoria es la mayor característica de demencia pero hay estudios que contravienen esta creencia. Un gran número de personas que padecen una alteración res- pecto a las condiciones de percepción de su entorno, se vuelven más susceptibles a éste, pudiendo malin- terpretar las sombras o la luz, distorsionando la per- cepción de las paredes, suelos y muebles. Algo que también se agrava por el poco margen de atención y facilidad de distracciones, paranoia y respuestas agresivas que sufren estos pacientes. Cabe mencionar que, de por sí, la cantidad de luz que percibe una persona mayor es significativamen- Imagen 1: tabla de desarrollo de alzhéimer en el tiempo y edades. hebert, l.e., weuve, j., scherr, p., and evans, d. (2013). enfermedad de alzhéimer en los estados unidos (2010–2050)