14|AULA cd EEn la cuestión ante- rior subyace uno de los grandes debates exis- tentes en la iluminación de obras pictóricas: ¿cuál debe ser la re- lación entre la luz que el pintor utilizó en su obra y la que debemos utilizar para iluminarla? En las pinturas a plein air realizadas bajo la luz solar, las exigencias actua- les de protección de la obra restringen absolutamente el uso de la luz solar para su iluminación, por lo que la luz artificial ha de substituirla forzosa- mente. Para el caso de las pinturas de esce- nas interiores el debate está servido y, precisamente, este el tema que aborda la arquitecta Mariely Roselyn Guzmán Peña (Universidad Autónoma de Santo Domingo) en el presente artículo. Hallamos un antecedente en la expo- sición “Hammershøi y Dreyer”, que se realizó el pasado mes de diciembre en el Centre de Cultura Contemporà- nia de Barcelona (CCCB), cuya ilumi- nación corrió a cargo de los recientes premios Pritzker, RCR Arquitectos, donde una parte de la exposición de las pinturas de Hammershøi fueron iluminadas con tipologías de luz que reproducían fielmente las de la obra. Ahora bien, este ha sido un debate en el que siempre ha faltado la opinión del propio autor de la obra, que es quien mejor puede expresar el acierto o no de la luz utilizada en la muestra ante el espectador. Según la entre- vista que el artista británico Matthew Penn concedió a iCandela –cuyo vídeo puedes visualizar a través del códi- go QR bajo estas líneas–, combina técnicas de pintura tradicionales con la luminotecnia más avanzada para dotar de vida a sus retratos. La iluminación desempeña un pa- pel tan importante, que algunos ya empiezan a concebir su valor desde el momento inicial de la obra, cuando las ideas tan solo empiezan a fluir. Es el caso del joven artista Penn, de 26 años, que utiliza la tecnológica más avanzada en iluminación artificial en sus cuadros, mediante los sistemas de proyectores de ERCO, especialis- tas en iluminación museística, tanto en la fase de producción como en la presentación al público. Gracias a esta tecnología, consigue que sus retratos cobren vida y cuenten historias. La luz como parte integral del arte Si realizamos un recorrido por la exposición “Illuminating Characters” de Matthew Penn, a priori, cuando se entra en contacto visual con las obras del artista, se puede llegar a pensar que se tratan de fotografías, por el nivel de detalle y realismo que transmiten. No obstante, cuando nos acercamos a ellas descubrimos, asombrados, la manera minuciosa en que se han trabajado todos sus elementos: desde la envejecida piel donde se puede apreciar cada poro, hasta la más fina hebra de cabello. Una sensación de “desconcierto” inva- de al espectador quien, tras admirar estas obras de estilo “tenebrista”, tal y como Penn las define, siente cómo las miradas y rostros cobran vida. The Scarf, Illuminating Characters, Matthew Penn. Palau Robert, Barcelona, octubre 2016.