diseñados y estos sensores permiten actuar sobre la fuente de luz para regular diferentes parámetros: consumo de energía, recalibración, cambio de escena lumínica, variación de la temperatura de color... Estos a su vez se regulan desde la unidad central. Reproducción cromática brillante Otro de los elementos destacables de esta tecnología es que consigue unos altos estándares de calidad del propio sistema. De esta manera, la temperatura de color puede variarse de forma continua entre los 2500K y los 7500K, con un alto índice de reproducción cromática (CRI), situado por encima del 95%. Para poder materializar Flexilight- UB, el equipo de investigadores de la facultad de Física de Barcelona estudió múltiples posibilidades con lámparas de diferentes características hasta encontrar la combinación idónea. Adrià Huguet, investigador implicado, explica que “mediante modelos matemáticos y experimentales, se han evaluado miles de combinaciones de ledes” hasta dar con el resultado final: una lámpara con cinco canales variables formados por cinco ledes (rojo, verde, blanco, cian y azul). Flexilight-UB permite variar la temperatura de color de forma continua entre los 2500 y los 7500K y consigue un alto índice de reproducción cromática, por encima del 95% REPORTAJE|65