50|PROTAGONISTA La estructura, la propor- ción, la geometría, el espacio, el color y la luz son los términos prota- gonistas del vocabula- rio de su arquitectura. ¿Cuánto hay de técnica y cuánto de poesía en un proyecto? En principio, nunca pretendo que haya poesía. Cuando se produce un acto creativo, es decir, cuando se asumen ciertos riesgos intelectuales que no físicos en la concepción de unas ideas conceptuales, abstractas y aleatorias al inicio, dejas paso a la sintaxis y entonces aparece el te- rreno de las emociones. En nuestro estudio tratamos de seleccionar el vocabulario fundamental, de afinar en los conceptos para interesarnos por la parte más sintáctica, la que tiene que ver con la organización so- cial, con el tratamiento de la luz y la forma de entender el lugar, que a mí me gusta llamarlo “paisaje”. A partir de ahí esa parte más sintáctica es la que más nos ha interesado. Más que poesía me gusta hablar de emoción. Cómo la transmites a los emplaza- mientos, a la luz, la cultura o al lugar donde trabajas. ¿Cuál es el criterio para escoger los materiales principales de un determinado proyecto? Materiales, siempre pocos. Si lo puedes hacer con dos, mejor que con cuatro. La materialidad nos conduce a los procesos más sensitivos de la ar- quitectura, se hace más tangible, más real. Es a través de los materiales que se hace próxima a las personas que la van a utilizar, en las texturas, las paredes, las superficies... Por eso, en OAB (Office of Architecture in Bar- celona) pensamos que hay que ser cautos a la hora de emplearlos, mejor que sean conocidos y pocos. Así se consigue mejor esa emoción, no se distrae al usuario con una profusión de materiales... Es parecido al uso que hacemos del lenguaje: poco vo- cabulario pero bien escogido y pocos materiales pero seleccionados, con una intención. Como hacía José An- tonio Coderch, una gran pared blanca y estucada, con la sombra de la guía de una persiana que se proyecta en ella puede tener un gran atractivo y despertar una gran emoción en una persona. Por eso, cuando se pue- de trabajar con un solo material es fantástico, porque lo puedes moldear sin que haya ningún cruce entre ellos y sin que haya que pensar la mejor manera de encontrarlos. Desde hace unos años, su estudio se amplió con la llegada de otros arquitectos más jóvenes. ¿Qué aportó este cambio al equipo y cómo se reflejó en los proyectos? Fue espléndido. Yo he estado toda la vida en las Escuelas de Arquitectura de diferentes universidades y en mi vida siempre ha habido un paralelismo entre la vida en el aula y en el des- pacho profesional. En mi estudio he procurado tener jóvenes arquitectos que cuando estaban muy preparados les he animado a que montaran sus propias iniciativas profesionales por- que es la mejor manera de fomentar su propio aprendizaje y experiencia. Por otro lado, desde el estudio he- mos trabajado con muchas de esas personas que han ido colaborando con nosotros mientras estudiaban y eso es una experiencia muy enri- quecedora. En el año 2005, un grupo de arquitectos, algunos de mi propia familia, me plantearon la situación de montar una plataforma transversal, flexible, abierta, sin que fuera jerár- Proyecto Jardín Botánico de Barcelona.