Industrial bolsera, o La Bolsera como se le conoce de forma popular, es una empresa fundada en 1919 con una ac- tividad comercial centrada en dos líneas de producto muy diferenciados y con una gran especialización. Por un lado, vende artículos de embalaje y, por otro, artículos de fiesta, disfraces y com- plementos. Esta segunda actividad se ubica en el barrio del Raval de Barcelo- na, siendo un referente comercial para la ciudad desde sus inicios. La necesidad obligada de adaptar el negocio a la constante demanda de clientes y mercados, generó la rehabi- litación de este local con el objetivo de aprovechar mejor el espacio y rea- condicionar parte de las instalaciones inamovibles. Desde el inicio, el proyecto estaba marcado por dos premisas muy claras. La primera era que el presupuesto a emplear fuese lo más ajustado posible puesto que los tiempos actuales no pre- cisaban de un derroche injustificado. El segundo estaba relacionado con la iluminación: el cliente demandaba un sistema lumínico que potenciara el producto y recuperara las zonas que estaban desordenadas o tenían un difícil acceso para los clientes. Trabajar en la parte de iluminación conllevó un proceso de comunicación y transferencia de información entre todos los interlocutores y profesionales que participaban en su ejecución con un objetivo común: llevar el proyecto a buen término sin salirse de la raya. Del desorden a una imagen limpia y organizada El espacio a reformar era inicialmente caótico, de difícil compresión por la disposición de expositores, flujos y recorridos entre pilares de forja repinta- dos y pasos elevados que no llevaban a ningún sitio. En cuanto a la iluminación, una instalación de alumbrado había ido evolucionando según las fuentes de luz de cada época, propiciando un siste- ma desordenado, poco funcional y sin sentido. El reto pues suponía conseguir una nueva organización y distribución de la tienda que facilitase la comunicación entre el cliente y el producto expuesto. “Lo vamos a quitar todo, menos el conducto tortuoso del aire acondiciona- do. Queremos unas instalaciones vistas, de fácil mantenimiento y que no creen confusión. La luz tiene que ser limpia, uniforme, que potencie el producto y que respire suspendida para mostrar la altura de local. Es un lujo al que debe- mos sacar partido”. Éstas eran algunas de las demandas que hicieron los propietarios de la tienda antes de iniciar el proyecto. Así, conocida la actividad, el grado de representación y qué papel tenía que jugar la luz en el proyecto, además de otros parámetros necesarios para ela- borar el encargo, los profesionales de Gaudir Iluminación se pusieron manos a la obra para empezar a materializar el proyecto. En este sentido, empezaron a buscar luminarias que se adaptaran a la imagen de percepción que se deseaba conseguir. Una iluminación general que unifor- mice las superficies, que no provoque sombras y que facilite la compresión del espacio debe organizarse y relacionarse con un elemento central que actúe A P U N T E S | 61 como eje vertebrador del espacio con una apariencia industrial mastodóntica. Pero mantener este orden entre insta- laciones aumenta aún más si cabe la sensación de caos. Por ello se pensó en instalar un des- orden ordenado que cumpliera con los requisitos lumínicos y que además formara parte de la estética en la nueva imagen. Sobre esta premisa se añadió otro concepto: enlazarlo con algo diver- tido. Apartarse un poco de lo cartesiano abrió nuevas posibilidades de plasticidad luminosa constructiva, lo que puede contemplarse en el resultado final. Un funcional juego de tubos con efecto geómetrico “El Mikado es un juego ancestral basado en la destreza o habilidad de controlar y coordinar el movimiento entre ojo y ma- no”. De estas características que tiene el Mikado, en el proyecto de La Bolsera se empleó la parte relacionada con la visión para implementar las luminarias de orden general. Así se buscaron libres disposiciones de organización, geome- tría y suspensión variable consiguiendo una perspectiva visual que superpone todos los elementos formales en la pro- fundidad longitudinal del local.