6| EDITORIAL LUZ Y EFICIENCIA, EL ENLACE PERFECTO Como todos sabemos por los muchos estudios e informes de solvencia contrastada que se vienen publicando desde hace más de 30 años, las energías procedentes de materiales fósiles como el gas, el petróleo o el carbón se agotarán a lo largo de este siglo. Coincidiendo con una etapa de la historia donde la demanda de energía aumenta para impulsar el crecimiento económico y el bienes- tar social, la investigación, el desarrollo y el uso de energías alternativas ya no pueden plantearse tan solo como una cuestión de conciencia ecológica. Las fuentes de energía renovables han pasado a ser una necesidad imperiosa para la humanidad. Afortunadamente esta tendencia es la que se está imponiendo en países de todo el mundo. Lo hemos podido comprobar en InterLumi, una feria que se celebró el pasado mes de julio en Ciudad de Panamá y que, ya en su primera edición, ha unido el objeto de toda feria: mostrar los productos que la industria de la iluminación desarrolla incorporando las últimas tecnologías en un Fórum sobre la eficiencia energética. Panamá tiene un fuerte programa de subvenciones para el desarrollo de la energía solar y otros países del entorno como Costa Rica, ya están abasteciéndose en un 99% con energías renovables. También en Alemania, por poner más ejemplos, existen planes a medio y largo plazo (los objetivos finales marcados son para el 2050) para que la dependencia de las fuentes de energía que se han venido utilizando hasta ahora sea cada vez menos. España en concreto prevé que en 2030 el 41% del consumo eléctrico se cubra mediante el uso de las llamadas energías verdes. Verde y azul es el color de la bioluminiscencia marina, una fuente de energía que, aunque parezca mentira, el químico Robert Boyle ya en el siglo XV empezó a investigar realizando el primer estudio serio sobre la luz que emiten algunos organismos vivos como las medusas, el calamar, algunos peces o las luciérnagas. En la actualidad, una start-up francesa fabrica luminarias a partir de este fenómeno natural y, según nos ha contado su responsable, pueden aplicarse para iluminar desde escaparates hasta zonas aisladas donde la red eléctrica no llega o es demasiado cara llevar. Evidentemente esta tecnología tiene todavía mucho camino por recorrer, pero sin duda esa es la trayectoria que debe continuar explorando la ciencia y la técnica. El objetivo debe ser encontrar una forma más sostenible de proporcionar la energía que la población mundial demanda. Otra vía que no deberíamos perder de vista en todo este proceso, es la de acabar con el derroche energético en materia de iluminación. En grandes ciudades y otras áreas se hace un uso abusivo e innecesario de una energía que procede, en gran parte y a día de hoy, de unos recursos naturales que estamos agotando sin tener garantizada aún una alternativa. Desde hace unos años la tecnología LED está contribuyendo de manera importante al ahorro energético y ésa es una de las razones por las que en L'Aquàrium de Barcelona han decidido recien- temente el cambio del sistema de iluminación, aunque no es la única. Según los estudios realizados, utilizando diferentes longitudes de onda entre el blanco y el azul, los peces mejoran su visión consi- guiendo así reducir el estrés de estos animales y un mayor bienestar para ellos. Al fin y al cabo, si está demostrado que la luz tiene una importante incidencia en el ser humano, ¿por qué no ha de tenerla en otras especies? MERCEDES ARROYO Editora