22|AULA cd diferencia que aporta la iluminación artificial a este cuadro, en el que la luminosidad es débil, con zonas más saturadas de blanco y poco contras- tadas. Por otro lado sus dibujos, con técnica de carbón y conté, tienen un especial interés por el trata- miento de la luz, tanto natural como artificial. Muestra el contraste entre objetos iluminados y zonas sin luz, y representa la degrada- ción de la luminancia. Los objetos están definidos por la luz y no por líneas perfiladas y utiliza la misma técnica para la luz natural que para la artificial. También utiliza témpe- ra de color blanco para reforzar la luminosidad de algunas zonas muy concretas de la escena artificial. Las luminarias iluminan fuer- temente el escenario del teatro produciendo manchas intensas en la ropa de la cantante aún mucho más intensas que los reflejos de la luz natural de sus cuadros con luz natural. Entre 1885 y 1888, Vincent van Gogh, residió en París, donde entró en contacto con los impresionistas, los neo-impresionistas y los punti- llistas. La obra Los comedores de patatas, recuerda la pintura oscu- ra de Goya, donde la luz artificial, que aporta un quinqué de petróleo, produce una luz débil y amarillenta. El tratamiento pictórico demuestra un escaso interés por este tipo de luz, y no hay experimentación en el tratamiento de la iluminación. En la noche parisina de Montpar- nasse, los prostíbulos llenaban la vida bohemia nocturna, en la que la luz artificial impregnaba, con sus matices y tonalidades rojizas, la atmósfera y el ambiente de los locales. Van Gogh en la obra Café nocturno de 1888, describe como “naranja y verde” la luz que des- prenden las cuatro lámparas de color amarillo limón, y las dibuja como si fueran un objeto. Única- mente, la sombra proyectada por la mesa de billar sobre el suelo refleja la dirección de la luz emitida por las luminarias. El resto de la sala se mantiene ajena al comportamiento de la luz artificial, las paredes y el Au concert Europeen. 1886-88. Georges Seurat. techo se iluminan con gran unifor- midad, imposible de alcanzar con las luminarias dibujadas, existe una gran uniformidad de iluminancias y un reducido contraste. La experimentación de Van Gogh se centrará, por tanto, en el tema pictórico (el interior de un bar noc- turno, el ambiente y los personajes) y no en el análisis de la luz artifi- cial, o de la técnica utilizada. Cuando Van Gogh se traslada a Arlés, lejos de los ambientes nocturnos de París, pinta escenas naturales, y estudia la fuerte lu- minosidad de la campiña francesa. Pero, puntualmente trabaja en es- pacios urbanos y nocturnos, donde retoma su experimentación con la luz artificial. En la obra Terraza del Café de la Place du Forum de Arles por la noche, sorprende ver cómo representa la luz como una capa cromática amarilla, plana, casi indi- sociable de los muros de la fachada y del cobertizo ligero de la terraza; aunque tímidamente la esparce por los adoquines de la calle. Especial atención merece la desa- parición de la farola del primer pla- no, como si estorbara a la perspec- tiva del cuadro, como si Van Gogh negara la indisoluble relación entre la luz y el farol, y optara finalmen- te por atrapar la luz en una pátina amarillenta y densa de su paleta cromática. La delimitación rotunda de la luz, marcando un fuerte contraste en el pavimento no responde verazmente al efecto real de la luz difusa, pro- ducida por las farolas de la terraza. Aunque se extiende tímidamente el color amarillo, sobre el pavimento