científicas de los físicos Chevreuil y N. O. Rood sobre el color, lo que dio lugar al aspecto inicialmente más visible de sus obras: la “técnica puntillista”. Esa cuidadosa disposi- ción de pinceladas pequeñas, como puntitos juntos, de mayor a menor densidad, obtiene un cromatismo más luminoso, que la percepción vi- sual compondrá en imágenes. En su obra Banyada a Ansières, de técnica puntillista y fuerte influencia impre- sionista, trata el tema en un entor- no iluminado con luz natural donde predomina el cromatismo azul y verde de la luz de un día claro. Es una pintura de gran tamaño, de am- plitud espacial y gran profundidad. Investigación con la luz artificial Al contrario que en Le Parade, en la que el tamaño del cuadro se reduce considerablemente, pinta el tema de un espacio interior reducido, donde el cromatismo, lleno de rojos y amarillos, se corresponde con el espectro cromático que ofrecían las lámparas eléctricas de incandes- cencia. La luz eléctrica no ilumina el cuadro. Seurat dibuja su reflejo, como un elemento cualquiera más, e introduce aspectos cromáticos como reflejos irreales, zonas oscu- ras y grandes contrastes de colores (naranjas y negros), dando comien- zo a un proceso de investigación con una nueva energía pictórica, a Banyada a Ansières, 1883-1884. Georges Seurat. la que aún no está acostumbrado: la luz artificial. La técnica divisionista refuerza el efecto perceptivo de la atmós- fera lumínica, creando una pátina de puntos energéticos y vibrantes que llenan sutilmente el espacio. Los colores utilizados son una gama de cálidos. Representan la única AULA cd|21 Le parade, 1887-1888. Georges Seurat.