20|AULA cd El ensayo, 1874. Edgard Degas. El impresionismo nace como una ruptura conceptual con personalidad propia que marcará la aparición del arte moderno. la nieve, el cielo, el follaje de un bosque, etc. Estos materiales tie- nen un comportamiento especial, aleatorio e imprevisible y huyen de pintar otros sólidos, opacos y pesa- dos, que tienen un comportamiento constante, determinado y previsible ante la luz. Los efectos de la luz sobre mate- riales sólidos, como las fachadas de edificios o los paisajes urbanos, son un pretexto para analizar la varia- bilidad perceptiva y cromática que éstos experimentan bajo la acción cambiante de la luz, en diferentes momentos del día. Su herencia: el Postimpresionismo El pintor y crítico británico Roger Fry utilizó por primera vez la de- nominación Postimpresionismo en 1910, con motivo de una exposición de pintura francesa moderna or- ganizada en Londres bajo el título “Manet y los postimpresionistas”. Este término agrupaba a artistas muy diversos que se movían en la órbita de París con actitud de su- perar el impresionismo y buscando nuevas formas de expresión. Sus principales representantes son Cé- zanne, Van Gogh y Gauguin. Al mismo tiempo, otros pintores como Toulouse Lautrec, Seurat, Vui- llard y Matisse, con nuevas maneras de expresión, abrieron diferentes caminos a la pintura del siglo XX. Así, más tarde, Cézanne influirá en el cubismo, Van Gogh en el expre- sionismo y Gauguin en el fovismo. Paul Cézanne, aunque desarrolló su trabajo en torno a los impresio- nistas, tuvo una concepción pictó- rica que le llevó a un proceso de investigación propio: basado en las teorías de la percepción, pretendía materializar las sensaciones perci- bidas ante la naturaleza. La con- cepción del color como verdadera representación plástica de la luz, así como el gusto por el dibujo y la forma, le separan rápidamente de los impresionistas y le convierte en precursor de movimientos post- impresionistas, como los fovistas y los cubistas. Para Cézanne, dibujo y color son lo mismo. A medida que se pinta, se dibuja, y cuanto más armonioso es el color más necesario es el dibujo. El dibujo es producido por el contraste o por la relación de los diferentes tonos. El dibujo sin colores es una abstracción. En la naturaleza todo tiene color, por lo tanto no se puede entender el dibu- jo sin el color. Georges Seurat, al igual que Sisley y Signac, estudia las teorías