16|AULA cd PARÍS, TOUJOURS PARÍS Texto. Dr. Adrián Muros Alcojor París ha sido protagonista de importantes acontecimientos de la historia occidental. Fue la primera ciudad de Europa en iluminar sus calles con luz eléctrica (aunque la historia relata que el Rey Luis XVI ordenó iluminar toda la ciudad colocando más de 3.000 linternas, algo que no era habitual en ninguna ciudad europea por lo que recibió el nombre de la Ciudad de la Luz). También se convirtió en centro de creación artística mundial, acogiendo a pintores como Degas, Monet, Van Gogh, Braque, Duchamp, Matisse, Kandinsky, Mondrian, Picasso y muchos más, que lideraron importantes movimientos artísticos. En cuanto a la vida intelectual, ha sido lugar de debate y encuentro de personajes como Brecht, Buñuel, Hemingway, Joyce y Sartre quienes apostaron por la cultura de la paz y el diálogo y, no sin menos importancia, fue centro de movimientos de cambio social, justicia y democracia como el Mayo del 68. Desgraciadamente en 2015 París se ha convertido nuevamente en el centro del mundo, pero de una manera terrible e inadmisible, empezando el año con el atentado a Charlie Hebdo y terminando con los terribles atentados en la sala de fiestas Bataclan. Todos los miembros de la comunidad internacional de la Iluminación artificial hemos trabajado muy duro y con mucha ilusión para hacer del 2015 el Año de la Luz, organizando innumerables actividades y actos a nivel nacional e interna- cional. En mi nombre y en el de iCandela queremos rendir un sentido homenaje a París, la Ciudad que cambió la concepción del arte, que abrió paso a la transformación de la arquitectura y del mundo con una nueva luz: la luz artificial, hoy presente en todas las actividades humanas, artísticas y arquitectónicas. Queremos que la luz sea un símbolo de paz y de concordia y que ilumine el destino de la Humanidad en el que no cabe ningún tipo de violencia ni de injusticia. El artículo que sigue a continuación habla de cómo la luz artificial entró a formar parte del Arte del París de finales del siglo XIX. Se trata de un gran inicio que nos ha llevado a la sublimación de la luz artificial como “arte en sí mismo”. Naturalismo reinterpretado con luz Resulta difícil precisar cuándo la luz eléctrica empezó a formar parte de la experimentación artística, pero sin duda la aparición de la ilumina- ción artificial en París, junto a in- ventos como la fotografía y el cine, marcaron un punto de inflexión en los artistas del momento. El impre- sionismo nacerá como una ruptura conceptual que tendrá personalidad propia y marcará la aparición del arte moderno. Se producirá una evolución prolongada con un len- guaje nuevo basado en el naturalis- mo extremo y en su interpretación visual bajo la luz. Los principales artistas del mo- mento, como Renoir, Cézanne, Manet, Degas, Monet y Pissarro, agrupados bajo el movimiento impresionista, incorporaron la luz en su búsqueda conceptual de la representación visual. Su primera manifestación oficial fue en la expo- sición del Boulevard de Capucines, en 1874, fuera del Salón Oficial de París. La utilización de los colores puros, primarios y secundarios sin mezclar, las pinceladas fragmenta- das y la luz, serán los elementos unificadores de la figura y del pai- saje. Los impresionistas formaron dos grupos: los paisajistas como Monet, Pissarro, Sisley y Renoir, y los retratistas como Manet, Cézan- ne, Degas y Cassat. Cambio de percepción y experimentación El interés por la ciudad, los perso- najes cotidianos y los ambientes nocturnos de los locales de moda parisinos, pondrán al artista en con- tacto con la luz artificial, de natu- raleza muy diferente a la del sol, y que deberán entender y experimen- tar en su paleta cromática y con- ceptual. Los impresionistas paisajis- tas centraron su experimentación en la pintura de escenas “à plein air” buscando en los paisajes cer- canos a lagunas, puertos, o al mar, los temas pictóricos y analizando el comportamiento de la luz en con- tacto con elementos naturales como el agua, el cielo, la nieve, las hojas, el suelo, etc, para representar sus “impresiones visuales” de forma totalmente nueva. Así, Claude Monet pintó Impre- sión, sol naciente en 1872 (obra que dará nombre al movimiento) donde representa la puesta de sol en el puerto de Le Havre, recordan- do la influencia recibida de obras como Puerto, de Claude Le Lorrain de 1639 y Lluvia, vapor y veloci- dad, de Turner de 1844. Ambas con temas parecidos pero con un cam- bio de sensibilidad hacia los efectos relacionados con la luz y la percep- ción. Su preocupación por la luz le lleva a realizar series de pinturas con diferente iluminación, según la hora del día y la proyección del sol. La luz será una revelación en cada momento que producirá sensacio- nes y colores singulares y diversos. La serie de cuarenta pinturas sobre la fachada de la Catedral de Rouen, pintada entre 1892 y 1994, es el ejemplo más significativo de esa investigación. La luz proyectada en la naturaleza Alfred Sisley sentirá una gran pre- dilección por el agua, las nubes, la